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Has florecido pequeña mía entre las sombras y tímidamente te asomas ¡Tú mi más grande obra!
Silenciosa te nutres del roció y el susurro del viento te arrulla y te refresca. Sin aroma sin colores, solo la blancura de tu pureza.
Polinizada con la sabiduría y la belleza de la humildad, creses transformada con hermosos pétalos donde con las huellas de mis manos te protejo.
Eres obra única en mi creación, sostenida entre mis manos de eternidad.
La Paz.
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