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LocalizaciónUruguay

2010/F007 NUESTRAS MASCOTAS 3 "La perrita Pelucha"

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Información de la obra original

  • País: Uruguay
  • Categoría: Fotografía
  • Temática: Otras temáticas
  • Técnica y soportes: Color (Digital)
  • En Artelista desde:
  • Etiquetas: mascotas

Licencia Creative Commons - by

Descripción de la obra

Relato de "La perrita Pelucha"

Hola, ¿como están amigos y amigas de Artelista?, espero que estén pasando un muy buen día. También un especial saludo para ese lindo perrito llamado "Tango" cuya foto nos envió Valeria Franco desde Méjico.
Como ya saben ustedes, ahora me toca a mí, la perrita Pelucha, contarles parte de mi historia de vida, y así, acompañarla a las fotos que "Mamá Marta y Papá Jorge", dispusieron mostrarles a todos ustedes. Empecemos...
Nací en la casa vecina a la de don Ramón y doña Aurora, mi mamá fue la perrita de esta casa en la que nací, y mi papá, el perro llamado "Mono", de la casa de Don Ramón.
Poco después de mi nacimiento, don Ramón me llevó a vivir a su casa y me sumé entonces a los dos perros ya existentes allí. Al hacerme más grandecita, dado que la casa no tenía espacio suficiente, me acostumbré a estar mucho en la calle. Me divertía corriendo y ladrando a toda persona que pasaba caminando frente a la casa. También corría a los que iban en bicicleta, tratando de morderle la goma de las ruedas; y seguía ladrándole a cada moto y auto que transitara por esa calle. En realidad, yo no me daba cuenta, pero me había transformado en una perrita muy fastidiosa para quien transitara por allí. También solía visitar las casas del vecindario y revolvía los tachos de basura, con el sólo propósito de jugar. También me gustaba despertar los celos de varios perros del vecindario, que se peleaban por mi preferencia hacia uno de ellos. A veces, mi conducta hacía enojar a doña Aurora, pero lo definitivo para mi estadía en esa casa, fue que mi papá perro, en esos momentos de incontenible deseo, intentó abusar de mí. Esa fue la gota que derramó el vaso, doña Aurora le pidió a don Ramón que tratara de llevarme a otro hogar. Ofrecimiento va, ofrecimiento viene, hasta que don Ramón me ofreció en el lugar donde él concurre a realizar actividad física. Allí, los profesores Marta y Jorge, estuvieron de acuerdo en recibirme.
LLegué una mañana llevada por don Ramón, y no bien puse mi patita en esa casa, se me abalanzó agresivamente un perro negro que me mostraba todo su enojo con fuertes gruñidos; me asusté mucho y allí nomás me oriné... ¡delante de todos!, ¡qué verguenza!...
Más tarde, conocí mejor a Marta y Jorge quienes me tranquilizaron con suaves caricias y cariñosas palabras. También me presentaron debidamente a "Elmer", el perrito que habiéndose dado cuenta ahora de mi condición femenina, me recibía con un contínuo mover de su cola.
Nos hicimos muy amigos, tanto, que su contínuo "jugar" conmigo, despertó en mí ese inquietante deseo de una "intimidad mayor". La situación se estaba poniendo bastante caliente y como ni Marta ni Jorge disponían del tiempo necesario para cuidarme, y tampoco querían separarme de Elmer, dispusieron llevarme al veterinario y hacerme operar. Así pasó y desde ahí en más, mis inquietantes deseos de sexo, quedaron muy amortiguados. Sin embargo, para compensar esa añoranza de maternidad que se me provocaba, Marta y Jorge aparecieron una tarde y colocaron sobre mi regazo, una pequeñita y débil gatita que llamaban Mimí. Desde entonces, mi vida se iluminó definitivamente. Me convertí en su madre adoptiva y me sentí totalmente realizada. Hoy por hoy, formamos con Mimí y con Elmer, una feliz y muy unida familia. En cada ocasión que Marta o Jorge, se trasladan hacia el patio, o el fondo de la casa, allá vamos siguiéndoles los tres, como pollitos que siguen a la gallina. Cuando vemos que Jorge toma las llaves de su camioneta, ya nos vamos corriendo hacia ésta, intentando ser el primero en subir y colocarnos frente a la ventana posterior del vehículo, prontos a disfrutar del paseo. En fin, amigos de artelista, ¿qué más les puedo decir?... Ya no soy una perrita callejera, aprendí a mantenerme adentro. Tampoco ladro agresivamente a las personas. Me enseñaron a ladrar amigablemente a todos aquellos que vienen sistematicamente a nuestra casa, con el fin de tomar clases con Marta y Jorge. También me eseñaron a ladrar de otra manera cuando llega alguien que no conozco y así prevenir de su llegada. Hoy soy una perrita muy educada que mantiene vigente toda la alegría del juego en familia y el bienestar de amar y sentirse amada por todos.
Bueno, me despido de todos ustedes, con muchos de mis mejores y más afectuosos ladridos... Pelucha.

Información del artista

Curriculum vital del Prof. Jorge Verde y su obra



Nacimiento


El Prof., Jorge Washington Verde Ramos, nació el 30 de julio de 1951, en la ciudad de Mercedes, capital del Departamento de Soriano, en la República Oriental del Uruguay, en América del Sur.


Primeros estudios...

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