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El fondo multicolor que envuelve a la geisha agrega un elemento de dinamismo y energía a la obra. Los colores se entrelazan en una danza visual que aporta profundidad y vitalidad al conjunto. La elección de estos tonos brillantes y saturados es un reflejo de la rica tradición artística japonesa y su inclinación por la paleta cromática intensa.
Con unas dimensiones de 72x33 centímetros, esta obra de arte es lo suficientemente grande como para destacar en cualquier pared, y su singular combinación de elementos artísticos la convierte en una pieza verdaderamente única y cautivadora. Es una manifestación de la belleza, la creatividad y la artesanía, perfecta para aquellos que buscan incorporar la magia del arte japonés en su hogar o espacio de exhibición.
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