Fragmentaciones
Pintura
Acrílico sobre tela
24 x 18 cms
2022
Texto curatorial Fragmentaciones por Catalina Bunge
Mascaró sabe que la univisión limita nuestras vivencias. El mundo no puede ser leído-entendido como uno solo, con una sola versión. Hay muchas maneras de abordar una situación, de habitar una realidad y transitar una identidad.
El mundo que se nos presenta ha cambiado; ha dejado atrás su forma estática, sus verdades absolutas y su universalidad, para dar paso a la subjetividad, al dinamismo y la pluralidad. Procesos cardinales como la globalización, el capitalismo y la posmodernidad nos empujan a pensar el mundo de otra manera, con otros ojos.
Para Mascaró las rupturas y las fragmentaciones son parte de un proceso vital, inseparables de su identidad. La deconstrucción le permite integrar y resignificar sucesos de su vida que escapan la linealidad de la norma. ¿Quién no se ha sentido desplazadx por no encajar? ¿Quién no se ha sentido víctima del sistema? ¿Quién encuentra en la norma no solo incomodidad, sino también opresión? Las violencias personales sufridas y silenciadas se abren paso en esa fragmentación (ruptura) para transformarse. Aquí la suma de las partes no solo hacen el todo, sino que también lo potencian abarcando más significados, más posibilidades. De esta manera, el proceso de construcción identitaria se vuelve un proceso dinámico, que abraza y sostiene varias posibilidades de ser. Es un proceso evolutivo, como la vida misma.
El uso de colores vibrantes y la utilización del perrx, amigx fiel del ser humano, como único personaje, nos hablan de un tono infantil y animado. Su mirada compasiva invita a conectarse con la ternura y la vulnerabilidad, acercándonos al personaje y el planteo de la artista.
Producida desde el 2017 y nunca antes mostrada, Fragmentaciones es una obra autobiográfica que muestra el lado ingenioso de la artista. Valiéndose de la ilusión óptica como recurso, Mascaró nos recuerda que la realidad, aunque parezca distorsionada, contiene en potencia más posibilidades que limitaciones. El ojo humano busca unir los fragmentos para completar la imagen y así poder «digerirla».
Contrario a lo que el espectador ingenuo esperase, Fragmentaciones requiere tiempo, tiempo de observación y de conexión para profundizar y recomponer nuestra mirada. ¿Podemos resignificar las distorsiones de nuestro entorno en fortalezas? ¿Estamos preparadxs para abrazar las partes de un mundo fragmentado en el tiempo, el espacio, en los valores y hasta en el amor?
Catalina Bunge
(ENG)
Mascaró knows that uniformity limits our experiences. The world cannot be read and understood as one (a single version). There are many ways to approach a situation, inhabit a reality, and perform an identity.
The world nowadays has changed; it has lost its static form and universal values to embrace subjectivity, dynamism, and plurality. Instead, critical processes such as globalization, capitalism, and postmodernity push us to think about the world differently, with other eyes.
For Mascaró, ruptures and fragmentation are part of a vital process, inseparable from her identity. Deconstruction allows her to integrate and re-signify events in her life that escape the linearity of the norm. Who hasn’t felt displaced by not fitting in? Who hasn’t felt like a victim of the system? Who finds discomfort, and even oppression, in the norm? Silenced violence from her past makes it through that fragmentation for transformation. Here, the sum of the parts composes the whole and enhances it by embracing more meanings. As a result, constructing identity becomes a dynamic process, embracing and sustaining various possibilities. It is an evolutionary process, like life itself.
The use of vibrant colors and the use of the dog, a loyal friend of humanity, as the only character, speaks to a childish and lively tone. Its compassionate gaze invites us to connect with tenderness and vulnerability, bringing us closer to the fragmented dog and the artist’s proposal.
Produced in 2017 and never shown before, Fragmentations is an autobiographical artwork that shows the ingenious character of the artist. Using optical illusion as a resource, Mascaró reminds us that reality, although it may seem distorted, contains more possibilities than limitations. The human eye seeks to join the pieces to complete the image and thus be able to contemplate it.
Contrary to what an innocent viewer would expect, the artworks require time for observation to deepen and reconstruct our gaze. Can we re-signify the distortions of our environment as strengths? Are we prepared to embrace the parts of a fragmented world in time, space, values, and even love?
Catalina Bunge
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