Nota. El nombre aparece en la imagen online para proteger la autoría. La obra original sólo lleva la firma.
En esta obra planteo, entre otras cuestiones, la identidad, porque en demasiados sitios y momentos, la cuestión de género o sexo supone, en sí misma, una marginación de la persona por el hecho de ponerle una etiqueta. El hecho de nacer hombre o nacer mujer determinará el papel o rol que la sociedad le imponga. Si nace hombre, se le considera fuerte y superior, si es mujer, débil e inferior.
Así, en muchos países desarrollados la persona nacida mujer al casarse toma el apellido del marido, perdiendo el suyo, y los hijos que ella ha parido llevarán el apellido del padre; en otros, le impedirán el acceso a la educación y será obligada a vivir en el mayor de los anonimatos: sin rostro, oculto tras el burka. ¿Es necesario poner más ejemplos?
¿Sólo es cuestión de sexo, de cromosomas?
X... Y... XX... XY... XXY... XXX... X?X...
¿La personalidad es sólo cuestión de cromosomas, de ADN?
El ADN determina la estructura biológica o fisiológica de una persona, su cuerpo, y tal vez algunas predisposiciones psicológicas leves; nunca es determinante de la personalidad de la persona.
Sexo y género no son sinónimos. El género y los roles de sexo que tradicionalmente se han dado son subjetivos y arbitrarios.
La imposición de etiquetas a las personas por razón de sexo impide que pueda desarrollar todo su potencial, y genera desigualdad, discriminaciones, maltrato y sufrimiento... sin apoyo científico. La ciencia dice si es hombre o mujer, no cómo debe ser su personalidad, cómo debe sentir y amar...
Sobre las trisomías, como el Síndrome Down... ¿en qué gen está inscrita la incapacidad de amar?
Necesitamos reflexionar sobre qué entendemos por "persona", sexo, género y sentimientos.
Muchas creencias son muros al desarrollo integral de la persona.
Tolerancia Cero a la discriminación.
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