© All rights reserved
Contemplo un cielo como el del cuadro, de mil tonalidades pastel, cuando estoy nadando en ese mar benidormí, casi siempre tranquilo; pero en ocasiones, normalmente pasadas las cuatro o cinco de la tarde, comienza a soplar el viento de poniente, el más frecuente por esta zona; el mar se empieza a picar y las olas, a encresparse, salpicando mi cara. Nunca falta alguna solitaria gaviota terminando de decorar, con su silueta, un espectáculo tan perfecto.
See more information about Paloma Velarde Valiente