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“Enfermo que come también muere”, es una obra que físicamente se encuentra constituida por una serie de grabados e intervenciones florales. Esta es una composición de 3 cuadros (21x18 cm c/u). Cada uno de estos tiene una sobreposición de cráneos grabados en linóleo sobre vidrio, y una intervención con flores naturales. La obra fue enmarcada a doble vidrio por lo cual el color del fondo puede variar según el color del lugar donde se exponga.
El motivo de estos grabados corresponde a las reflexiones de la artista entorno a la salud mental. Es una propuesta artística para visibilizar y poner en mesa de dialogo la concepción de salud mental actual, por la cual se ve influida toda una sociedad. Desde su título “Enfermo que come también muere” pone en conflicto las concepciones que hasta la fecha existen en torno a la salud mental; siempre se ha dicho que “Enfermo que come no se muere”, y al igual que en esta frase en muchos otros ámbitos se puede visibilizar el desentendimiento de la salud mental como parte fundamental en el desarrollo de un individuo. Por otro lado se quiere concientizar frente a la fortaleza innata que nos acompaña para sobrellevar los conflictos que surgen a través de la vida. Al igual que los procesos químicos a los cuales expuse las flores que acompañan los grabados, en nuestra vida nos vemos expuestos a circunstancias complejas que pueden ocasionar grandes problemáticas a nuestra salud mental; por consiguiente con mi obra te invito a resiliente, a resistir, persistir y nunca desistir.
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