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La muñeca tiene una apariencia desgastada, con ojos vacios y una boca que parece intentar una sonrisa, aunque no lo logra del todo. Su rostro, agrietado y con una expresión vacía, da la sensación de que algo siniestro está atrapado en su interior, se asemeja a una calavera. Evoca una historia de abandono y soledad, y sus ojos vacios parecen seguirte sin importar desde dónde la mires, como si esperara que alguien la libere de su eterna mirada inmóvil.
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