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Muestra a un roedor acurrucado en un momento de descanso, pero con la mirada firme y alerta, observando el mundo que lo rodea. A pesar de estar en una postura relajada, su cuerpo redondeado y sus patas recogidas muestran una disposición a moverse en cualquier momento si es necesario. Sus ojos, abiertos y enfocados hacia adelante, capturan la mezcla de tranquilidad y precaución que caracteriza a los pequeños habitantes del mundo natural. Este dibujo refleja un equilibrio delicado entre el descanso y la vigilancia, revelando la naturaleza resiliente de un animal que siempre está consciente de su entorno.
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