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Fotografía en blanco y negro tomada en la noche de uno de los monumentos arquitectónicos representativos de la capital cubana, El Capitolio Nacional.
Este edificio ha sido testigo de innumerables hechos históricos en Cuba y sigue allí, en silencio, como guardando un espacio para los fantasmas de otras épocas.
La foto fue hecha en los días que se celebraba en la Habana su 500 aniversario... y contrario al sentimiento general, esta obra respira cierto anhelo, una tristeza enrarecida por la bruma del festín.
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