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Kioto.
HISTORIA O REFLEXIÓN: Natalia, mi hermana, llevaba muchos años queriendo ir a Japón; era uno de sus sueños. Ella puso determinación y dijo: “Quiero ir a Japón ¿Quien me acompaña?” . Nuestra gran amiga Belén no lo dudo un momento y dijo: “Yo voy”. Yo después de pensarlo poco tiempo dije: “Yo también quiero ir”. Así fue como las tres juntas nos fuimos a Japón en Noviembre de 2019 a pasar ocho días. Ocho impactantes y maravillosos días. Fue toda una aventura. Gracias a Belén, que se manejaba como pez en el agua, en el metro y en todos lados, y también gracias a Natalia, pudimos hacer ese viaje. Fuimos sin agencia y sin nada. Lo siento muchísimo Pati y MariCruz porque no pudistéis acompañarnos. Nos hubiera encantado. Japón fue un choque de culturas impresionante, en Tokio todo eran luces, bullicio, frikismo, todo interesante miraras por donde miraras. Los japoneses allí eran educadísimos y querían atenderte cuando les hacías una pregunta. Aunque no lo supieran lo buscaban en el móvil o lo que fuera para respondernos. Me da pena que tantos ahí vivan asfixiados por el trabajo, por eso muchos cogen depresiones. La experiencia del Karaoke fue de lo mejor, la risa que nos entró cantando las canciones no lo olvidaremos jamás. Luego Kioto era completamente diferente. Mucho más tranquilo, más conectado a la naturaleza y más enfocado a los templos. También muy bonito de vivir. Uno de mi mis mejores viajes sin duda fue Japón. Este cuadro es de una de las múltiples fotos que hicimos.
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