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La tecnología de los grupos chichimecas estaba fundada en el trabajo de la piedra (talla lítica), mediante el cual obtenían puntas de proyectil, raspadores, raederas, cuchillos, tajadores, navajas, lascas, buriles y otras herramientas, aprovechando los distintos tipos de rocas disponibles, generalmente de origen ígneo o sedimentario como basalto, riolita, tobas riolíticas, pedernal, sílex, jaspe, calcedonia y cuarzo.
La talla se realizaba por medio de la técnica del desbaste, empleando para ello percutores (generalmente cantos de río) y astas de venado, con lo que daban el acabado final. Las herramientas así producidas eran utilizadas para la caza, la recolección o el procesamiento de alimentos, fibras y pieles de animales.
Eran diestros talladores de puntas de proyectil (flechas y lanzas), mismas que junto con pieles de diversos animales (tigres, venados, conejos) intercambiaban con sus vecinos agricultores por mantas de algodón y sal.
Los chichimecas tenían la fama de ser excelentes tiradores con el arco y flecha. Pocas veces erraban el tiro, lo que causó temor entre los conquistadores españoles, que ambicionaban estos vastos territorios y que llegaron a afirmar que esos indómitos guerreros podían con sus flechas atravesar una testera doblada de vaca e incluso una armadura.
La vida en el campamento
Debido a su forma de vida trashumante, los chichimecas no construían asentamientos concentrados y permanentes, sino que vivían en rancherías dispersas o establecían campamentos que les servían de habitación temporal en cuevas y abrigos rocosos. Podían servirse de primitivas chozas redondas, hechas de palma, colocadas debajo de los árboles o al borde de los cañones, en las que realizaban gran parte de sus actividades usuales, tales como el procesamiento de alimentos (animales y vegetales), la fabricación de artículos de fibra y piel y la manufactura de sus instrumentos de piedra para diversos fines.
El procesamiento de alimentos, como vainas, hojas y semillas, se realizaba sobre una especie de metates primitivos, conocidos como muelas o huilanches, ayudaos de manos, esto es, cantos de río de forma alargada que constituían el elemento activo para efectuar el molido. Como estos artefactos de piedra tenían un peso considerable, no podían ser transportados de un campamento a otro, por lo que acostumbraban dejarlos boca abajo. De esta manera, al regresar al campamento base podían identificarlos con facilidad.
El proceso de fabricación de fibras vegetales era ampliamente conocido entre las sociedades chichimecas del Centro-norte pues con estas fibras elaboraban cestas, huaraches, trampas para la caza de animales pequeños o para la pesca, que era una actividad secundaria para complementar la dieta. Para procesar las fibras, se ayudaban de un instrumento de piedra conocido como despulpador. Llegaban a elaborar canastas con un tejido tan apretado que les permitía transportar agua.
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