Muchas veces un sonido, un aroma, o un color desencadenan los recuerdos,
El sonido del aire entre los pinos, siempre me recuerda mis primeros años en la sierra, tendría unos trece años, cuando salia a cazar, con mi querido rifle Springfield, ;me iba yo solo, o nada más acompañado de una perra llamada, "La viruta", eran los días en que se estaba forjando la seguridad en mi mismo, esto desde luego yo no lo sabia, en esos años, hoy lo comprendo ya visto, en la perspectiva que nos da el tiempo, sobre los acontecimientos pasados.
Mi actitud frente a la Naturaleza fue cambiando con los años, y mi interés por la cacería, se fue con la adolescencia y primera juventud, para dar paso a la lucha por la tenencia de la tierra y, posteriormente a su estudio, sobre todo en; Arte, Geología y Botánica.
Yo conozco todo esto, acerca de la llamada "tenencia de la tierra en México", por que lo viví en carne propia, y no como Diego Rivera, quien solo lo sabia, por lo que le contaron, la consecuencia de ello, obviamente son sus pinturas, quizá conoció más de cerca el ambiente obrero, pero no debemos olvidar que la revolución Mexicana fué campesina, por que México era campesino, y sigue siendo esencialmente un pais campesino.
..."No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos"... Albert Einstein
Hoy comprendo igualmente ya vistas las cosas de la Revolución Mexicana y la Reforma Agraria, en perspectiva, que el error fue más que nada y para decirlo simplemente con una frase;el enfoque romántico de la tenencia de la tierra, alimentado por frases como aquella que dice"La tierra es de quien la trabaja" y otras por el estilo.
Digo, esto que es irrefutable, por que la prueba de ello esta, en el tremendo abandono del campo mexicano, como todos lo sabemos, sobra casi decir por que, es obvio, que lo que funciona es el capital, y la hacienda y desde luego, no el ejido, por eso los ejidatarios mexicanos se fueron a trabajar a los Estados Unidos, y México logra sobre vivir en buena medida, por las remesas en dolares, que envían estos trabaja dores mexicanos del campo a sus familias en México.
El sonido del aire entre los pinos, como antes dije, trae a mi mente, el recuerdo de ese México agrario y campesino, de mi juventud, ese México del reparto agrario, hoy cuarenta años después, esos ejidatarios beneficiados con la tierra que se nos quito, siguen sumidos en la miseria y la ignorancia, con las consecuencias lógicas para el país, por la falta de producción.
No hay nada más que decir, las pruebas de lo que digo están a la vista de todos.
Recuperación de artículos perdidos por Alberto Thirion
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