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Las siluetas de unos hombres paseando a caballo con un fondo de cielo nublado al atardecer.
HISTORIA O REFLEXIÓN: Quería pintar la silueta de unos jinetes montados a caballo al atardecer porque me parece muy bello. Admiro a la gente que sabe montar a caballo tan bien y siento envidia sana. A lo mejor han montado desde pequeñitos pero sea como sea tienen una gran suerte. Yo si algo he hecho desde pequeñita es esquiar. Toda mi familia y yo nos hacíamos un viaje en las vacaciones de invierno bien a Formigal, a Baqueira-Beret o cualquier otra estación de esquí (una vez hasta esquiamos en Francia) y eso si se nos daba bastante bien. Disfrutábamos muchísimo esquiando. Yo era feliz bajando las montañas y me metía por verdes, azules y alguna vez rojas (nunca por negras). Qué sensación más satisfactoria cuando pasabas un día entero de esquí y luego ya después de ponerte el pijama te tomabas una sopa bien calentita para compensar el frío que habías pasado. Estuve esquiando hasta la adolescencia. Después de eso sólo he esquiado un par de veces más. Pero me gustaría volver a hacerlo por lo menos una vez más. Ya no me siento tan ágil, pero todavía podría.
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