La Recolección en la vida cotidiana

• Country: Mexico
• Category: Miscellaneous
• At Artelista since: Monday 16th of August 2010
• Tags: museo, mexico, queretaro, regional

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La Recolección en la vida cotidiana
La recolección de semillas, vainas, frutos, raíces, tubérculos, hojas y alimentos vegetales en general, así como de insectos comestibles y especies menores, como pequeños reptiles y huevos de aves, correspondía a las mujeres y niños y era parte de la cacería. Para ello se auxiliaban de instrumentos sencillos manufacturados en piedra, básicamente lascas, raspadores y navajas, que eran una especie de cuchillos primitivos.
Eran muchas las especies vegetales que explotaban, de acuerdo con la estación del año. Una de las principales fue el mezquite, árbol del que obtenían las vainas y semillas, que puestas a secar al sol se tostaban y molían para conseguir un polvo harinoso con el que formaban una especie de pan. Este pan o tamal de mezquite, que todavía se elabora en algunas zonas del semidesierto queretano, tiene la virtud de que puede llegar a conservarse sin alteraciones hasta más de un año.
La caza y la pesca
La cacería de animales solía ser una actividad colectiva que desarrollaban los varones del grupo y estaba restringida para las mujeres. Se prefería la caza de especies menores, que requerían menor esfuerzo. Sólo se iba tras presas de gran tamaño cuando se tenía la certeza de tener éxito, cuando escaseaban los recursos o cuando se trataba de atrapar alguna especie de especial valor simbólico o componente de prestigio, como parece ser el caso del venado, cuyas pieles eran apreciadas y podían ser dadas a cambio de mujeres de otros grupos.
La caza del venado era ocasión especial de rituales y, desde luego de festín, ya que no era algo que sucediera comúnmente. Las mujeres sólo participaban para acorralar o espantar al animal, empujarlo hacia las trampas, o bien para cargar la presa de regreso al campamento. Esto tenía que ver con la prohibición a las mujeres de manufacturar y utilizar armas, situación afirmaba el predominio masculino. Se aprovechaban tanto la carne como los huesos, cuernos y piel del animal, que se distribuía de acuerdo con la posición social y según la participación de quienes intervenían en la captura y muerte del animal.