© All rights reserved
El Cristo de Guadix no es un Cristo solitario.
Su Cruz, solidaria, acompaña a los millones de cruces que desde el principio de los siglos sacrifican a los humanos: hambre, miseria, injusticia, guerras, enfermedades, cataclismos.
Su faz es inenarrable, oculta por la doblegada cerviz.
Creer o no creer. Ésa sí que es una cuestión transcendente.
(Ver Cristo de Guadix II y III)
See more information about Antonio Guijarro-Morales Aguijarro