LA LUJURIA
Golfa melosa, súbito placer.
Del cielo ha caído, raudo el obrero
se interna en tu cuerpo; el sabe que hacer.
Entregan valientes, los combatientes,
que imponen un paro , que no es laboral.
El vigía te ha visto se apresta a saltar,
en tanto en el aire, uno pronto va a llegar.
Tus pechos rayados y no de locura
suspiran mimados por dos locos más.
Tan solo armados con lo que Dios les ha dado,
un casco potente y alargue lingual.
El sol ya caliente suspira de noche y
logra ponerse un tono sensual.
La seda te atrapa, bloquea tu vista
impide soltarte, carrera sexual.
Lujuria de noche, lujuria de día
Lujuria es la vida, contigo misma.
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