Restaurante La corona + Addendum 29 agosto 2012

• Country: Spain
• Category: Drawing
• Technique: Pencil
• Measurements: 11.42 x 8.27 in
• At Artelista since: Thursday 2nd of October 2008
• Tags: jardines, restaurante, female, hosteleria, lentejas, michelín

© All rights reserved

A veces entro por necesidad. Siempre salgo sintiendo que ha sido un placer. El sitio es un lugar real; si bien es como una \"burbuja\" en medio de la modernidad. (No figura -ni figurará- en la guía Michelín; pero es que a lo mejor el de la guía Michelín nunca entró en él).---- Si hubiera existido en los tiempos de nuestro gran dibujante Alenza, él (Alenza) lo hubiera frecuentado.---
ADDENDUM 29 AGOSTO 2012 : Por cierto, lo de la \"burbuja\"... Pues ya no lo es. Quiero decir ...; que el lugar desapareció hace más de dos años, y no sé si llegue incluso a tres.--- Es como si ...; ¡pum!, la burbuja esa hubiera estallado (la burbuja esa también), y ya no quedara nada.---
Lo cual ha sido una pena; quiero decir, el que vayan despareciendo lugares como éste.--- Sólo con decir que se encontraba en la calle Jardines ... Vamos que un arranque así ya es para dar mucho juego. Porque después de haber entrado (por casualidad) y tenido la primera impresión, uno podría pensar un algo así como : \"¡Vaya, el jardín en el que me he metido!\" Por ejemplo.---
Y es que estaba ese camarero imposible. Irrepetible, repito. Y esa feligresía; caida de aquí y de allá. Y esas mesas cojas, con su mantelito de hule. Y, y ... Y todo por un plato de lentejas, por ejemplo.--- Quiero decir, que aunque sólo fuera por sus lentejas merecía la pena probar a entrar.--- Tengo el recuerdo de aquella pareja de \"British females\" (creo que salen detrás en la imagen) que, a ver, ¿cómo lo digo?; queee ..., ¡ hombre si en un lugar así lo del recíproco contencioso (Gibtraltar) podría hasta terminar en besos!---.---
¡Ay, si don Jorgito Borrow (le llamaban así a don George) hubiera nacido más tarde, para dar de morros con este sitio! Decir a renglón seguido que a George Borrow este país de las moscas le enamoró de inmediato. Cosas nuestras que tenemos, que hmmm, o sea , \"marca España\" que enamora total Porque, ¿acaso lo de don Jorgito fue un hecho único, aislado?.--- ¿Y don Geraldito, entonces? (lo mismo que al otro, le llamaban así cariñosamente los lugareños).--- Bueno, pues eso ...; ¿y don Geraldito después?; ¿acaso no se quedó embrujado a las primeras de cambio, pongamos ..., a la vista de su primer botijo? Así, puestito a la sombra de una parra, mientras él dando manotazos y gozando miradas morenas (y claras) de mujeres al tran tran, inmersas en sus tareas cotidianas en un mundo sin prisa ni prisas.---
Iba a pasar al siguiente, Robert Graves ...; pero me temo que no seré justo sin nombrar a don Washington Irving antes de continuar. De hecho tenía que haber sido él y no don Jorgito el que hubiera inaugurado el relato. Me consta que Mr Washington (a éste no me suena que nadie le llamara aquí \"don Washingtonito\"), en justicia fue el primero. Algo no tan difícil si pensamos que Mr Washington fue el primer embajador norteamericano en este país. Lo cual sería causa de que llegara a sus oidos lo de La Alhambra.¡\"Ya será menos\", quizás pensara; para luego exclamar un \"¡Joé!\" (o algo parecido) una vez llegado a Granada, cuando la conoció. La Alhambra ...; ¡aquello sí qué! Vamos, como que a renglón seguido escribió sus \"Cuentos de la Alhambra\"; porque se le daba muy bien hacer informes chulis.--- Uno no sabría decir desde entonces qué es lo que les atrae más a los compatriotas de don Washington, si la Alhambra o los San Fermines. ¿Que se van a uno u otro sitio por motivos distintos? ¡Hombre, claro!. Por eso Mr y Mrs Clinton (los Clinton) se fueron a la Alhambra siguiendo los pasos de Mr Washington (Irving) en lugar de ir a correr los Sanfermines. (Aquí, entre nosotros : Digo lo de \"correr\" porque como en aquella tierra se acostumbra a ver a la gente -por las peliculas hablo- correteando ...; \"jogging\" lo llaman.---Bueno el caso es que la Alhambra, a lo mejor más entonces que ahora, daba para imaginar mucho; y los Clinton y muchas otras personas aún han llegado a tiempo de pillar su cachito de misterio que llevarse a casa.---
Y en llegado a este punto veo que Mr Robert Graves lleva su buen rato esperando. Mentalmente le pido disculpas allá donde esté, para a renglón seguido mencionar su larga estancia entre nosotros. Aunque a éste (lo mismo que a Mr Washington al principio) tampoco nadie nunca se atrevió a llamarlo \"don Robertito\" que yo sepa; a lo mejor porque en esa isla (Mallorca) la gente fuera más formal, o formalista, y sus cariños eran -y son- de otra manera).---.--- Bueno, el caso es que llegado a este punto uno seguiría con la lista (actualizada). Incluiría por ejemplo al músico inglés ese que lo dejó todo hace años por las Alpujarras, y lo mismo a decenas de miles de compatriotas suyos más o menos anónimos. Gentes, en fin, por las que nuestro territorio se llenó andando el tiempo de toritos de Osborne, en una muestra de feliz (?) maridaje : \"tú pones el vino, yo monto una bodega con el vino ...; y tranquila que al niño torito le doy mi apellido.\" \"Que ya verás, que no le va a faltar de nada, ningún capricho ...\" \"Vamos que si hasta quiere cantar que cante\".--- Y uno seguiría así, contado cosas un buen rato; pero se para porque le vuelve a la mente el recuerdo de \"La corona\", que es de lo que iba esto al principio. Y es que le duele su pérdida y entonces coge y deja de citar clientes, perdón, quise decir \"gente\".--- Y es que pérdidas así hacen que nuestra lista pueda resentirse; perder nombres, vaya. O simplemente dejar de aumentar.--- Pues, en lo que al restaurante \"La corona\" concierne, uno no puede dejar de pensar, si alguna vez entra por \"Los jardines\" que nunca más se encontrará , a unos pasos, con ese lugar. Y podría llegar a sentir, como le pasara a Milton, llorón de su paraiso perdido, que uno también perdió su trocito de paraíso personal. Con flores d´esas de plástico ...; pero flores al fin y al cabo. Pues entre otras cosas, por lo que dicen, el Paraíso debe estar lleno de flores. Lo mismo que el restaurante \"La corona\" en su tiempo.--- JLP MADRID 29 AGOSTO 2012.