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Obra modelada en barro y posteriormente positivada en resina de poliester y fibra de vidrio patinada en bronce.
El ser humano tiene un proceso evolutivo, un camino, según camina va creciendo y configurándose como persona poco a poco va completando sus huecos.
Es una gran experiencia trabajar con el modelo vivo, porque no hay nada tan sugerente como la vida para transmitir vida.
La observación pasa a ser complicidad cuado convives con el modelo. Observas sus movimientos, su comportamiento, el cuerpo cuenta muchas veces más de una persona que sus labios.
Los perfiles, los ritmos,los contrastes, hasta que no puedes ver al humano como un todo no puedes expresar nada de él.
Ver, es ser capaz de dar sentido en conjunto, dar vida e intención a una forma, crear un puente entre el objeto y el sujeto. Unir la escultura a su autor.
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