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Paredes llenas de nombres pintados por jóvenes en las proximidades del Instituto San Fernando. ¿Dónde podemos expresarnos? ¿Cuándo?
¿Cómo es que a estas alturas aún necesitan estos jóvenes pintar su nombre en alguna parte?
El derecho a tener un nombre es uno de los derechos fundamentales de la carta de los Derechos Humanos. Tener un espacio donde manifestarse y pintar su nombre equivale a decir "Existimos" "Tenemos necesidades".
¿No será esto un síntoma de que todavía a estas alturas en los albores del siglo XXI, las aulas siguen siendo un espacio donde niños y jóvenes aún tienen que soportar que sus maestros y profesores les dirijan frases del tipo: "Niño cállate" "No hables" No dibujes" "No pintes en la mesa" sin ofrecerles espacios ni momentos alternativos donde hacerlo?
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