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Lo que pensábamos que era nuestra luna, no era más que un gigantesco huevo estelar.
Después de tantos eones recibiendo golpe tras golpe por millares de meteoritos llego a quebrace, dejando en el vacío y flotando su contenido, el sol con gran apetito cocina el huevo con sus radiantes rayos, para luego darse un banquete como solo las deidades cósmicas saben hacer.
I was born, raised, lived, I stumbled, I stood up, walking, running, crawling, lifting me, I still live ...
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