De vez en cuando, siento la necesidad de plasmar mis estados de ánimo, después de grandes reflexiones. La pintura digital me da la posibilidad de expresarme, incluso me ayuda a comprender la vida y cómo me comporto ante las circunstancias.
Desde muy pequeña he tenido la inquietud de diseñar y dibujar. En 1987 me matriculé en La Escuela de Artes Decorativas de Madrid, donde obtuve en 1991 el título de Técnico Superior en Diseño de Interiores.
Mis viajes a Italia y Nueva York en 1992, Londres en 1994, Suiza, Francia, Alemania, Holanda y Bruselas en 1997, despertaron mi inquietud por tener contacto directo con las diferentes épocas artísticas, obras arquitectónicas, ciudades, etc. A partir de ese momento, sentí la necesidad de pintar sobre lienzo y en el año 1996, pinté mi primer cuadro: "La Casa del Prado". Fue entonces, cuando descubrí una de mis pasiones: plasmar la belleza de la arquitectura. En 2006, después de una época de sequía, empiezo a dedicar más tiempo a la pintura, plasmando la belleza que transmiten las cosas que más me gustan: El cuerpo humano, la arquitectura, los coches, objetos decadentes y abandonados, el retrato…
Mi pintura es casi siempre de buscar el detalle de la belleza, plasmando instantes de movimiento congelados, aunque a veces siento la necesidad de crear impresiones abstractas rápidas e imprevistas, sobre todo, con acuarela líquida sobre tela.Mis últimos trabajos están centrados en plasmar todo el sentimiento, fuerza y belleza que me transmite la arquitectura de Frank Gehry y los coches antiguos, rozando el Hiperrealismo, pero exagerando todos esos matices que a simple vista son inapreciables, casi microscópicos.