Llega el otoño y con él una nueva temporada cargada de grandes exposiciones en España. El protagonista indiscutible va a ser el artista Renoir ya que  el Museo Thyssen  y la Fundación Mapfre inauguran esta temporada con el pintor impresionista. Además podemos destacar las exposiciones dedicadas a Clara Peeters y a Marcel Broodthaers, a los fauvistas en la Fundación Mapfre o a los reconocidos fotógrafos Robert Doisneau y Robert Capa.

Renoir este otoño

El Museo Thyssen le dedica la primera retrospectiva hecha en España, y en la sede de la Fundación Mapfre en Barcelona se podrá ver una de sus obras más míticas Bail du Moulin de la Galette, dentro de la muestra que analiza su relación con las mujeres.

El Museo Thyssen  inaugura la exposición «Renoir. Intimidad« el 18 de octubre y se podrá visitar hasta el 22 de enero de 2017. En la exposición se examina el papel central que ocupan las sensaciones táctiles en los lienzos de Pierre-Auguste Renoir, y que pueden percibirse en las distintas etapas de su trayectoria y en una amplia variedad de géneros, tanto en escenas de grupo, retratos y desnudos como en naturalezas muertas y paisajes. La muestra nos presenta un recorrido por más de 70 obras del artista francés, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo. Se centra en cómo se servía de las sugerencias táctiles de volumen, materia o texturas como vehículo para plasmar la intimidad. La muestra comisariada por Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen, cuenta con el mecenazgo de Japan Tobacco International (JTI) y se exhibirá posteriormente en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre el 7 de febrero y el 15 de mayo de 2017.

La Promenade (1870), Pierre-Auguste Renoir. Óleo sobre lienzo. 81,3 x 64,8 cm (The J. Paul Getty Museum)

La Promenade (1870), Pierre-Auguste Renoir. Óleo sobre lienzo. 81,3 x 64,8 cm (The J. Paul Getty Museum)

 

Desde el 17 de septiembre y hasta el 8 de enero se puede visitar en la Fundación Mapfre de la Casa Garriga i Nogués la exposición temporal Renoir entre mujeres “Del ideal moderno al ideal clásico. Colecciones de los museos d´Orsay y de l´Orangerie”. Esta exposición ha sido organizada y realizada con la colaboración científica y los préstamos excepcionales de los museos d’Orsay y de l´Orangerie. A  lo largo de su vida, Pierre-Auguste Renoir (Limoges 1841, Cagnes-sur-Mer 1919) retrató una y otra vez a las mujeres. El pintor consiguió que fueran las protagonistas indiscutibles de su particular universo artístico. Su esposa, sus amantes, sus amigas, sus modelos, todas quedaron inmortalizadas en los lienzos. Esta exposición incluye alrededor de 60 piezas y presenta una evolución de la obra de Renoir desde un punto de vista nuevo, basado en las distintas interpretaciones que realizó de la imagen femenina a través de su producción artística. Destaca así el protagonismo de la parisina moderna en sus lienzos impresionistas, la visión más intimista de la imagen maternal y la belleza intemporal del desnudo integrado en la naturaleza, característico de sus últimos años.

Bal du Moulin de la Galette (1876) Musée d´Orsay, París. Legado de Gustave Caillebotte 1894 RF 2739 © RMN-Grand Palais (Musée d'Orsay) / Hervé Lewandowski

Bal du Moulin de la Galette (1876) Musée d´Orsay, París. Legado de Gustave Caillebotte 1894 RF 2739 © RMN-Grand Palais (Musée d’Orsay) / Hervé Lewandowski

 

Grandes exposiciones de otoño

Una de las exposiciones más esperadas del otoño es la que Museo del Prado le dedicará en octubre a la pintora flamenca especializada en bodegones Clara Peeters. La pintora flamenca, hija de Jan Peeters  fue una artista precoz porque  sus obras firmadas más tempranas datan de 1608 y 1609. Sus trabajos de madurez presentan concomitancias con la pintura de bodegones de la escuela neerlandesa de Haarlem. Pintora de bodegones y floreros, sus composiciones están caracterizadas por la presentación de objetos preciosos, de metal o cerámica, junto a manjares y flores. Los objetos se disponen de forma sencilla, unos junto a otros, sin apenas superponerse. Su habilidad preciosista se advierte en la introducción de su autorretrato en el reflejo de las copas de orfebrería que incluye en varios de sus bodegones.

Mesa, óleo sobre tabla, 52 x 73 cm, 1611 [P01620]

Mesa, óleo sobre tabla, 52 x 73 cm, 1611 [P01620]

En el Museo Reina Sofía la temporada comienza con una retrospectiva dedicada al artista Marcel Broodthaers (Bruselas, 1924 – Colonia, Alemania, 1976), instalado entonces en París donde trabajaba como incipiente escritor y crítico de arte. El conjunto de la obra de Broodthaers, reunido para esta exposición antológica casi en su totalidad, nos acerca a una personalidad singular que logra elaborar un complejo pero homogéneo discurso poético y plástico al tiempo que se construye como personaje dentro de su creación. Su producción examina los límites del arte, de la experiencia del público y la construcción social del museo como institución pública; para lo que lo desborda las categorías tradicionales referidas a los géneros artísticos. Objetos, poemas, múltiples, proyectos e instalaciones constituyen los dispositivos y soportes de unas piezas saturadas de referencias, citas y alusiones a la cultura literaria y visual contemporáneas.

El trabajo de Broodthaers, en el que se advierte la herencia metodológica y conceptual de Stéphane Mallarmé, se organiza principalmente en tres temas. El primero, el lenguaje en cuanto instrumento visual, en el que cabe incluir su práctica de prolongación del lenguaje: Pense-Bête (1963), Le Corbeau et le Renard (1967), Exposition littéraire autour de Mallarmé (1969), Miroir (La signture de l´artiste) (1971). En segundo lugar, el objeto en tanto que mercancía, cuestionando la cosificación de la obra de arte y el aura de la obra original, como se puede apreciar en Jaula con huevos (1965-1966) o en Tabac belge (1975). El tercero de los temas es la revisión crítica de la institución museo, ejemplificado por su gran proyecto Musée d´Art Moderne. Département des Aigles (1968-1972).

 

Marcel Broodthaers. Panel with Eggs and Stool, 1966. Instalación. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.

Marcel Broodthaers. Panel with Eggs and Stool, 1966. Instalación. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.

En cuanto a las exposiciones de pintura destaca la de los fauvistas, con especial presencia de Henri  Matisse y Andrés Derain en la Sala Recoletos de la Fundación Mapfre. El 22 de octubre se inaugura la exposición «Los fauves. La pasión por el color». La muestra hace un recorrido por la primera de las vanguardias históricas que transformaron de forma radical el arte durante la primera mitad del siglo XX. El grupo de los Fauves, liderado por Henri Matisse, André Derain y Maurice de Vlaminck, hizo temblar los cimientos del arte de su tiempo con su innovador tratamiento del color, su factura enérgica y su libertad de ejecución, poniendo por primera vez en la historia el color en el centro del debate artístico. Se trata de la primera exposición en España en abordar el fauvismo en su conjunto y en profundidad. Para ello, se ha contado con el apoyo de un gran número de colecciones privadas y más de 80 prestadores, entre los que destacan importantes instituciones como la TATE, el Centre Georges Pompidou, el Musée d’art moderne de la Ville de Paris, la Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen de Düsseldorf o el Milwaukee Museum of Art.

Henri Matisse. The dessert: Harmony in red, 1908. Hermitage Museum, St. Petersburgo.

Henri Matisse. The dessert: Harmony in red, 1908. Hermitage Museum, St. Petersburgo.

 

 

También destaca «Francis Bacon: de Picasso a Velázquez«  que se inaugura el  30 de septiembre en el Museo Guggenheim Bilbao en colaboración con Grimaldi Forum Mónaco. La exposición muestra una selección de noventa pinturas que se cuentan entre las más importantes y atractivas de este artista británico nacido en Irlanda, incluyendo muchos trabajos que apenas se han exhibido en público previamente, junto a la obra de distintos maestros clásicos que influyeron en su carrera. Intenta profundizar en la impronta que las culturas francesa y española dejaron en la obra de Bacon, ferviente francófilo y gran conocedor del arte de grandes maestros españoles, como Velázquez.

Más allá de sus primeros encuentros parisinos con la obra de Picasso en los años veinte y treinta, su relación con la cultura española se manifiesta principalmente en su obsesión por el Retrato del Papa Inocencio x, realizado por Velázquez en 1650. Pese a haber tenido la oportunidad de contemplar esta obra directamente en la Galería Doria Pamphilj, durante un viaje que hizo a Roma en 1954, Bacon prefirió tener presentes en su memoria las reproducciones de la pintura, y no el original, durante la creación de las más de cincuenta obras que dedicó a este motivo. Además de Velázquez, a Bacon le fascinaron otros maestros clásicos, como Zurbarán, El Greco o Goya, cuya obra pudo admirar en el Museo del Prado de Madrid.

Francis Bacon Tres estudios para una crucifixión (Three Studies for a Crucifixion), marzo, 1962 Óleo con arena sobre lienzo, tres paneles 198,1 x 144,8 cm cada uno Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York, 64.1700 © The Estate of Francis Bacon. All rights reserved. DACS/VEGAP. Bilbao, 2015

Francis Bacon Tres estudios para una crucifixión (Three Studies for a Crucifixion), marzo, 1962 Óleo con arena sobre lienzo, tres paneles 198,1 x 144,8 cm cada uno Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York, 64.1700 © The Estate of Francis Bacon. All rights reserved. DACS/VEGAP. Bilbao, 2015

 

También la exposición «Cubismo y la guerra« del Museo Picasso barcelonés, con Picasso, Rivera y Gris como grandes protagonistas que se inaugura el 21 de octubre. Una exposición que se centra en la supervivencia de la vanguardia artística europea establecida en París durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), y su respuesta a la angustia, el dolor y el peligro que significó este gran conflicto con el desarrollo de un movimiento artístico que potenció una estética cubista con elementos arquitectónicos, basada en la estabilidad y la integridad.

La exposición presentará una selección de cerca de 80 obras realizadas entre 1913 y 1919. Los artistas centrales de la exposición son tres extranjeros residentes en Francia, que por esa misma condición de extranjeros no pudieron participar de primera mano en la campaña militar: Pablo Picasso, Juan Gris y Diego Rivera. Asimismo, la muestra explorará el importante papel de otros artistas en circunstancias similares, como María Blanchard, Gino Severini y Jacques Lipchitz; y el de artistas franceses que por diversas circunstancias no pudieron unirse a la contienda, como Henri Laurens y Henri Matisse, quien realizó algunas de sus obras más experimentales durante ese período.

Aunque el énfasis de la exposición estará en los artistas no combatientes y su evolución creativa, también se explorará la respuesta artística de los dos grandes cubistas que sobrevivieron a la acción en las trincheras: Georges Braque y Fernand Léger.

Un otoño de fotografía

En cuanto a la fotografía en octubre se podrán ver las icónicas imágenes de París en blanco y negro hechas por Robert Doisneau, mientras que el Círculo de Bellas Artes cederá sus paredes a las fotografías de Capa hechas en color. También en la Fundación Mapfre se instalará Bruce Davison, y en CaixaForum Madrid, Cristina García Rodero y su homenaje a las mujeres de la Antapurna. Otra de las muestras más interesantes es la que el MUSAC organiza sobre Gustav Metzger, un artista rescatado de un campo de concentración cuya obra siempre se ha centrado en promover el pensamiento crítico para evitar otro Holocausto.

La Fundación Canal en Madrid sorprende este otoño con la exposición «Robert Doisneau La belleza de lo cotidiano». El fotógrafo es una de las grandes figuras del siglo XX. Logró pertenecer, por derecho propio, a un selecto grupo de artistas que hoy se consideran los grandes mitos de la fotografía universal.  Esta exposición reúne en un mismo espacio varias de sus obras emblemáticas y otras nunca o muy poco vistas que descubrirán una faceta inesperada y desconocida del artista. Una oportunidad única de aproximarse de una forma diferente a la obra del fotógrafo empeñado en mostrar la vida no como es, sino como a él le hubiera gustado que fuera.

También la dedicada a Robert Capa en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, uno de los más notables fotoperiodistas de todos los tiempos. Nacido Endre Friedmann en Budapest y nacionalizado estadounidense en 1946, consolidó su reputación con sus fotografías de la Guerra Civil española, donde estuvo presente en todos los frentes de combate. Como reportero, a lo largo de su carrera, reflejó en imágenes la brutalidad de la contienda y éstas cambiaron para siempre la percepción y los estándares de la fotografía de guerra.

La muestra presenta las primeras fotografías de «Capa en color« donde retrata a las tropas americanas e inglesas durante la Segunda Guerra Mundial, en momentos de descanso o de ocio. También presenta fotografías de estaciones de esquí en Suiza o Los Alpes, hasta espectadores en las pistas de Longchamp, personalidades de la cultura, modelos de moda o simplemente gente en cafés. Algunas de las fotografías que presenta esta muestra fueron, en su momento, publicadas en revistas, pero no habían sido impresas ni expuestas hasta el momento en España. Capa en color recoge más de 150 instantáneas en color y tearsheets de las publicaciones, junto con algunos documentos personales. Comisariada por Cynthia Young (Conservadora en el International Center of Photography, ICP), la exposición presenta un aspecto excepcional de la carrera del fotógrafo y corresponsal.

 

Robert Capa, [Spectators at the Longchamp Racecourse, Paris], ca. 1952. © Robert Capa/International Center of Photography/Magnum Photos

Robert Capa, [Spectators at the Longchamp Racecourse, Paris], ca. 1952. © Robert Capa/International Center of Photography/Magnum Photos

También en Madrid, Fundación Mapfre presenta en la Sala Bárbara de Braganza la exposición de fotografía Bruce Davison, desde el 22 de septiembre tras su paso por la sala Garriga i Nogués de Barcelona. Se trata de la retrospectiva más completa hasta el momento dedicada al artista norteamericano de 82 años, uno de los más destacados fotógrafos de la denominada fotografía humanista y miembro de la agencia Magnum.  La exposición, compuesta por 190 fotografías y material documental, se articula en 12 series ordenadas cronológicamente que recogen los trabajos más importantes de toda su producción. Entre ellas destacan las conocidas Bandas de Brooklyn (1959), Calle 100 Este (1966-1968) o Tiempo de cambio (1961 y 1965), que le permitieron conectar con las comunidades y barrios de Estados Unidos para mostrar su realidad.

El Espacio Fundación Telefónica sorprenderá  este otoño con su exposición dedicada Alfred Hitchcock, uno de los grandes maestros del suspense. Uno de los cineastas más brillantes de su época pero, al mismo tiempo, supo combinar las exigencias comerciales con el desarrollo de una obra marcada por su propio estilo basado en un espíritu y unas formas repetidas película tras película. La muestra «Hitchcock, más allá del suspense« gira en torno a esa idea de un Hitchcock creador total, del Hitchcock autor.

La exposición presenta algunos de las claves del estilo de Hitchcock como su dominio de recursos del arte y el cine de vanguardia, su destreza para rodearse de grandes colaboradores, desde técnicos y actores a diseñadores y guionistas, sobre los que ejercía un control férreo o el papel fundamental que tuvieron en sus obras los personajes femeninos y las relaciones complejas entre los dos sexos. La muestra Hitchcock, más allá del suspense, comisariada por el profesor de Historia del Cine y de Historia de la Fotografía en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca (USAL), colaborador en distintos medios nacionales y extranjeros, y también director de cine Pablo Llorca gira en torno a esa idea de un Hitchcock creador total, del Hitchcock autor. La exposición podrá verse en la tercera planta del Espacio Fundación Telefónica del 5 de octubre de 2016 hasta el 5 de febrero de 2017.

Y por último en el MACBA podremos contemplar la exposición «Miralda. MADEINUSA» centrada en la contracultura de los años ochenta donde se exhibirán varias instalaciones, vídeos, cómics y fanzines para analizar el uso político de la cultura de la época.  Con cinco décadas de trayectoria artística, Antoni Miralda (Terrassa, España, 1942) ha convertido un acto tan universal como la comida en un universo creativo. Instalado en París en 1962, fue un pionero en la realización de trabajos y rituales colectivos que celebraban el ceremonial de la comida partiendo del color y su simbolismo. La exposición «Miralda. MADEINUSA» recupera la totalidad de los proyectos del artista relacionados con su estancia en Estados Unidos. Comisariada por Vicent Todolí y producida por el MACBA, se presentará en Barcelona desde el 20 de octubre de 2016 hasta marzo de 2017. En estrecha colaboración con el artista y con su archivo, la exposición documentará por primera vez y de forma exhaustiva los 14 proyectos realizados por Miralda en Estados Unidos, desde mediados de los años setenta hasta finales de los noventa. Se reconstruirán las instalaciones más significativas y se mostrarán esculturas, dibujos, fotografías, audiovisuales, bocetos y otros materiales que permitirán hacerse una idea del alcance y la complejidad de los proyectos y dimensionar la voluntad colectiva que caracteriza la metodología del artista. 

Entre sus obras destacadas, se mostrará Breadline (1977), Wheat & Steak (1981), El Internacional Tapas Bar & Restaurant (1984-1986) y Honeymoon Project (1986-1992). La exposición presentará también la gran instalación que forma parte de la Colección MACBA, Santa Comida (1984-1989), que recoge el legado de la cultura afro-caribeña en la América actual.