El artista cubano Tony Rodríguez (Santiago de Cuba, 1980) usa su talento para hacernos meditar. Su pintura está cargada de enigmas visuales que indagan en las inquietudes y luchas del ser humano. Consigue transmitir mensajes complejos y que nos adentremos en el lado más misterioso de nuestro entorno. No en vano, se le conoce como “el pintor de la reflexión”.
En búsqueda de la libertad. Tony Rodríguez
Esas reflexiones parten de la representación de mundos inventados que materializa en forma de ciudades envueltas en espectaculares paisajes, como si se trataran de microcosmos. Con frecuencia, utiliza ciertos elementos de naturaleza material o caduca, como cafeteras, paraguas, árboles, botas o barcos, para dar cobijo a sus urbes que flotan o descansan sobre espacios que sugieren la infinitud. Estas metáforas se nutren, especialmente, de pasajes bíblicos, acudiendo a algunos de sus símbolos y mitos, como la Torre de Babel o el Diluvio Universal, e incluyen alusiones a su tierra natal.
La fuerza de la atracción. Tony Rodríguez
Se sirve del color para subrayar el misterio y la emoción que impregna a sus lienzos. De su uso, destaca el antagonismo que parece establecer entre el azul y los tonos ocres y que refuerza ese contraste entre lo eterno y lo efímero. Su obra se acerca al surrealismo de René Magritte, en lo que se refiere a la rotundidad conceptual y la relación con el objeto. Igualmente, se percibe cierta influencia de la estética de Brueghel el Viejo, en cuanto a sus atmósferas, las vistas panorámicas y el dibujo minucioso con el que trabaja.
El búnker. Tony Rodríguez
En definitiva, la pintura de Tony Rodríguez tiene como fin hacer meditar al espectador sobre el orden por el que se rige el ser humano y sobre sus preocupaciones, enarbolando, además, la búsqueda constante y necesaria de nuestros sueños.
La aparición. Tony Rodríguez
Desde el año 2000, el artista cubano no ha dejado de recibir premios y reconocimientos que responden a la calidad de su trabajo. Asimismo, ha realizado múltiples exposiciones colectivas e individuales en su país natal y a nivel internacional. Sus piezas forman parte de destacadas colecciones, como la del italiano Luciano Benetton o la del Centro Cultural de Arte Hispánico de Miami, ciudad donde reside en la actualidad.
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