El suizo Ferdinand Hodler escribió sobre el cometido último del arte: “La misión del artista es expresar el elemento eterno que existe en la naturaleza, a saber, la belleza”. La emoción que suscita ese lirismo se convierte, además, en un motivo fundamental que convence al artista para exteriorizar sus sentimientos. Entonces, el pintor traslada al lienzo su interpretación de las múltiples impresiones que el entorno natural desprende.
Sanjay Punekar (India, 1979) realiza su manifestación estética de la naturaleza en un ejercicio de reflexión sobre el vínculo que existe entre todos sus componentes. Evidenciando una necesaria complementariedad a través del expresionismo.
Trabaja desde su estudio en Nueva Delhi, aunque es un pintor internacional. Su obra ha cruzado las fronteras de su país, llegando hasta 300 colecciones privadas. Sanjay Punekar ha desarrollado una fructífera carrera artística y ha participado en numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas.
El pintor hindú absorbe la energía inherente a la materia natural y lleva a sus cuadros la sensibilidad que esta le produce. Experimentando las riquezas de la pintura acrílica y la acuarela, consigue colores vivos muy atrayentes. Estos marcan una fuerte unidad compositiva, que abarca trazos figurativos y abstractos. El color juega con la naturaleza materializando la vida que la rodea. Su destreza técnica le permite un acabado con toques brillantes, irradiadores de un vibrante optimismo.
Sanjay Punekar indaga en las emociones que sustrae del medio natural de forma consciente, pero también, en aquellas que se disponen ocultas e instintivas.
Mediante su intuición capta la intensidad y las apariencias que simula la naturaleza. En paisajes, personas, animales o de las propias creencias. Hasta llegar a la meditación, al silencio expresivo de la esencia natural. Y encuentra, en la armonía de todos los elementos, la belleza que como artista aspira a transmitir en sus lienzos.
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