Esta semana os vamos a hablar de artistas que han creado polémica con sus fotografías como los famosos Cindy Sherman, Andreas Gursky, Richard Prince y Peter Lik. Artistas que no solo han logrado suscitar debates en el mundo del arte sino que además han logrado que sus fotografías se conviertan en piezas muy cotizadas. Vendida por 5,2 millones de euros, Phantom de Peter Lik que capta el Cañón del Antílope de Arizona, se convirtió en la fotografía más cara del mundo.
Peter Lik es un fotógrafo australiano que ahora vive en EEUU y que es conocido por sus paisajes panorámicos y expansivos. Otra de sus obras llusion se vendió por 1,9 millones de euros y Eternal Moods por 885.000. Al haber vendido también One por 800.000 euros, Lik es ahora el creador de 4 de las 20 fotografías más caras jamás vendidas.
Otra de las más cotizadas es también la artista y directora de cine estadounidense Cindy Sherman, una de las más importantes representantes de la fotografía de posguerra en Nueva York que durante más de tres décadas exhibió su trabajo en el Museo de Arte Moderno. La mayoría de sus fotografías son imágenes de ella misma, pero no son autorretratos sino un vehículo para plantearse preguntas sobre el mundo moderno. Sherman nos habla del papel y la representación de las mujeres en la sociedad o de la naturaleza de la creación del arte.
Sherman nació en Glen Ridge aunque pronto se mudaría con su familia a la ciudad de Huntington en Long Island. Curiosamente no se interesó por el mundo del arte hasta que llegó a la universidad de Buffalo. Sherman empezó por la pintura hasta que un día se dio cuenta de que no era suficiente y se entregó a partir de entonces a la fotografía. Su estancia en la universidad fue decisiva en su vida porque conoció al artista Robert Longo y a Charles Clough, con los que formó Hallwalls, un espacio de artistas independientes donde ella y otros artistas exponían.
En 1976 después de su graduación se traslada a Nueva York, a un loft en Fulton Street en el bajo Manhattan y allí comienza a tomar fotografías de sí misma con las que comenzaría su serie Complete Untitled Film Stills (1977-1980). Sherman escenifica diversas situaciones con pelucas, sombreros o vestidos para dar la apariencia de un fotograma cinematográfico con estética y planos del cine negro. Sherman se convierte en ama de casa, prostituta, la mujer en peligro, la mujer entre lágrimas o la bailarina.
Su técnica es un híbrido entre fotografía, performance y teatro. En ella podemos encontrar humor, crítica, misterio, drama, farsa y juego.
En otra de sus series conocida como Retratos históricos personifica protagonistas masculinos de pinturas clásicas de la historia del arte de Occidente como Baco enfermo de Caravaggio.
A partir de los años ochenta Sherman evoluciona a una serie de fotografías que destilan una rabia abrumadora alejándose de la imagen encantadora de sus primeros trabajos. Unas fotografías son repelentes y grotescas en las que juega con una desfiguración extrema con muñecas, maniquíes y prótesis de plástico. Por ejemplo Untitled #177 (1987) ofrece un par de traseros con enormes furúnculos que puede ofender a los que los contemplan. En la serie Disasters / Fairy Tales (1985) podemos ver el rostro de una horrorosa mujer tirada en el suelo totalmente desesperada.
Después de esta tendencia volvió a dedicarse a las réplicas de cuadros clásicos. A partir del 2000, Sherman se sumerge en imágenes de payasos derivando hacia lo grotesco o lo kitsch. La serie explicita nuevamente las deformaciones y emplea maquillaje y un acentuado cromatismo para crear un conjunto de paradojas visuales como en Untitled #425. Clowns (2004).
En sus últimos trabajos como en Society Portraits (2008) estudia a las mujeres ricas estadounidenses. En el año 2012, una gran retrospectiva de la fotógrafa triunfó en el MoMA. El museo neoyorquino reunió más de 170 obras de la artista y se convirtió en una de las grandes exposiciones de este comienzo de siglo. En este vídeo se muestra parte de la exposición.
Otro de los grandes artistas de este siglo es el fotógrafo alemán Andreas Gursky reconocido por sus trabajos en gran formato y que trabaja con imágenes en color procesadas digitalmente. Un fotógrafo que ha recibido numerosos premios como el Premio cultural “Oso de Berlín”. Además es un artista muy cotizado desde que su obra Rhein II alcanzó la cantidad de 4,3 millones de dólares.
Andreas Gursky nació en una familia de fotógrafos, ya que tanto su padre, Willy Gursky, como su abuelo Hans trabajaron como fotógrafos publicitarios. El artista estudió Comunicación Visual en la universidad de Duisburg-Essen con Otto Steinert y Michael Schmidt. Al mismo tiempo cursaba estudios en la Academia de Arte de Düsseldorf donde estudió con Bernd Becher. Junto a los fotógrafos Axel Hütte, Jörg Sasse, Thomas Struth, Candida Höfer y Thomas Ruff pertenece al grupo Becher-Schüler, conocidos como la Escuela de Fotografía de Düsseldorf. Casado con la fotógrafa Nina Pohl ha realizado con ella parte de su trabajo.
Gursky tuvo su primera exposición en 1981 con su serie “Pförtnerbilder” (Imágenes de porteros), una colección de obras que representan parejas de guardias de seguridad alemanas. Gursky se centró después en fotografiar paisajes urbanos, tanto interiores como exteriores y comenzó a aumentar el tamaño de sus impresiones de gran formato. Gursky tuvo su primera exposición individual en 1988 en la Galerie & Johnen Schöttle. Seguramente el aumento del interés en el mercado internacional del arte para la fotografía y la creciente popularidad de Becher propiciaron el principio de su éxito comercial. En 1990 Gursky comenzó la serie Primero de Mayo en reacción a la crisis económica en la que refleja desde el colapso del mercado de valores al aumento de la drogadicción. Durante este tiempo, Gursky viajó a varias ciudades del mundo como Tokio, Los Ángeles, Estocolmo, El Cairo y Hong Kong.
En 1985 realizó primera exposición individual en la galería Johnen + Schöttle en Colonia y en años sucesivos ha expuesto en Suiza, Alemania, Amsterdam, en la Tate Gallery Liverpool, Milwaukee Art Museum, en Castello di Rivoli Museo d’Arte Contemporanea de Turín, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Reina Sofía de Madrid o en el George Pompidou de París.
Influido por el estilo de Henri Cartier-Bresson durante los setenta y la influencia durante los ochenta de la aparición en su universo de fotógrafos como el americano Dan Graham, el canadiense Jeff Wall, el alemán Jochen Gerz y el francés Jean Le Gac, Andreas Gursky creó un estilo único basado en grandes formatos, sencillez y rigor de la composición y sofisticación cromática, así como un diálogo constante con la historia de la pintura.
En sus fotografías de exterior como Klausenpass (1984), Aletschgletscher (Aletsch glaciar) (1993) o Niagara Falls (1989) retrata paisajes de montaña, cataratas y carreteras donde se disfruta de la inmensidad del entorno en contraste con la pequeñez de lo humano.
En muchas de sus fotos se muestran repeticiones o acumulaciones de objetos similares que aunque tienen una complejidad evidente, mantienen un orden implícito. Por ejemplo el almacén al aire libre de automóviles protagonista de Salerno (1990), las mesas de trabajo de los operarios de una fábrica en Siemens (1991) o los miles de libros en las estanterías de Bibliothek (1999).
Gursky incorpora a su técnica fotográfica las ventajas de los avances tecnológicos en el proceso fotográfico. La manipulación digital sirve a Gursky para crear un mundo inventado en el que, sin embargo, el espectador de sus fotografías se sabe reconocer de inmediato. En 1999, Gursky creó 99 Cent, el primero de una serie de fotografías de las tiendas de descuento, que fue rápidamente reconocida como una de sus obras más importantes.
También destaca por su gusto por la geometría o por retratar el trabajo en la Bolsa de Tokio, raves en las que se acumulan cientos de personas o acontecimientos deportivos como un partido de futbol en Zürich o las carreras de caballos en el hipódromo de Sha Tin.
Otro de los grandes fotógrafos que podemos destacar es Richard Prince nacido en Panamá pero en la actualidad pintor y fotógrafo estadounidense. Un artista polémico que comenzó creando collages con fotografías en 1975. Price revolucionó absolutamente la idea de autoría cuestionando el papel tradicional del artista, pero también dando lugar a un gran debate dentro del mundo del arte. En la hemeroteca de Time-Life trabajando con recortes de revistas, pensó en las posibilidades de trabajar con tantas imágenes, combinadas, yuxtapuestas o manipuladas. Así surgen sus primeros trabajos Untitled (Cigarettes) (1978-1979) y Untitled (Three women looking in the same direction) (1980).
Untitled Cowboy, una refotografía, una fotografía de otra fotografía, fue la primera «fotografía» en alcanzar el precio de un millón de dólares en una subasta en Christie’s en el año 2005 pero con ella originó un auténtico debate en el mundillo del arte. Años después en 2005, la fotografía consiguió alcanzar la cifra de un millón de dólares en una subasta organizada por la casa Christie’s de Nueva York.
Los críticos han llamado su técnica Appropriation, Artist´s Book, Simulation… y se han preocupado por el papel en el que queda el derecho de autor de esas fotografías o con el copyright. De hecho, en 1977, Prince estuvo metido en una importante querella con el diario New York Times por el uso de algunas de sus fotografías ya publicadas cuando Prince creó una controvertida refotografía a partir de cuatro fotografías que habían sido publicadas anteriormente en el New York Times. La polémica surgió en relación sobre la autoría y autenticidad de las imágenes y los derechos de autor de las mismas. En 1983 en su obra Spiritual America mostró una fotografía del autor Garry Gross en la que aparecía Brooke Shields con 10 años de edad, de pie en una bañera, tremendamente maquillada y en una clara alusión a la precocidad sexual. A raíz de esta fotografía, la madre de la actriz comenzó una batalla judicial con el artista.
En cuanto a sus últimos trabajos la serie Jokes (1986) parte de imágenes y textos ya existentes que redibujó como serigrafías, donde plasmó su visión acerca de las fantasías y las frustraciones sexuales de la clase media estadounidense, utilizando el humor y la caricatura.
Después de vivir en Nueva York durante 25 años, el artista decidió trasladar su residencia al norte del estado y crear allí una especie de minimuseo, el Second House. En él recogió algunas de sus obras, tanto fotografías como esculturas y pinturas, entre las que destacaba su serie de Car Hood con los que decoró los alrededores de la casa. Este museo permaneció abierto durante seis años entre 2001 y el 2007 y su colección fue regalada por el artista al museo Guggenheim de Nueva York. Desgraciadamente, un rayo provocó un grave incendió en el edificio que causó importantes daños.
En este lugar creó también la conocida serie de pinturas Nurse Paintings (2003) inspirada en las novelas románticas de los años cincuenta, de temática médica. Para realizar este trabajo, el artista se dedicó a fotocopiar las portadas de muchos de estos cómics y a transformarlas después en pinturas, con cierto aire de misterio y terror al mismo tiempo. La influencia de esta obra suya llevó al artista a una colaboración con Marks Jacobs para un desfile de Louis Vuitton (2008) inspirado en ellas.
Si esta serie representaba el mundo femenino, en septiembre de 2008 en la Galería Serpentine se centró en el mundo masculino a través de una serie de esculturas de automóviles hechas de distintos materiales y decoradas con su original estilo. La exposición comenzaba con la imagen de un enorme coche de plástico decorado con una mujer pintada en su capó.
Durante su carrera Richard Prince no ha dejado de ir contracorriente y se ha enfrentado a numerosas demandas. En 2012 un juzgado de Manhattan falló en contra del artista al considerarlo culpable de apropiación indebida de unas fotos publicadas en un libro del fotógrafo francés Patrick Cariou sobre los rastafaris. Pero hay que reconocer que Richard Prince ha conseguido colocarse en los más altos puestos del mundo artístico contemporáneo por su forma revolucionaria de entender la realidad cotidiana combinando pintura, fotografía y palabra.
Os invitamos a visitar la galería de fotografías de Artelista.
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