Corría el año 1855 cuando Gustave Courbet provocaría a los puristas del arte de la época con su demoledor “El Taller del Pintor” en el Salón de París. Por aquel entonces no había lugar para el arte innovador y las vanguardias estaban tan alejadas de los salones artísticos como lo podía estar el voto femenino. Junto a él aparecerían otras figuras como Honoré Daumier o Jules Breton que removerían los estándares estéticos de la época siendo, incluso, tildados de obscenos. ¿Su pecado? Mostrar la realidad de la explotación laboral, de las clases trabajadoras, de los olvidados de la época. También de las situaciones costumbristas no sin cierto tono deprimente. Hoy en día sus obras son elogiadas y rememoradas por los pintores realistas contemporáneos que, aunque distan en gran medida de su planteamiento inicial, comparten con ellos el desafío a lo establecido.
En la actualidad, de hecho, las corrientes de arte hiperrealista y el realismo figurativo son dos tendencias que desafían la dictadura de la cámara fotográfica, que se asientan sobre la base de la realidad a través del ojo humano como si el pintor fuera un cirujano que estuviera operando sobre la naturaleza y los cuerpos humanos. Sin duda invertir en pintura realista es todo un desafío en una actualidad que está repleta de arte abstracto pero, ¿A quién no le gustan dichos desafíos?
Características de la pintura realista contemporánea
- Continúa guardando paralelismos con la pintura realista tradicional representando imágenes no idealizadas de la sociedad. En el caso de la pintura realista se retrata la vida cotidiana, las personas reales. En un pasado la pintura realista estaba asociada con la ideología de izquierdas pero, actualmente, el término “realismo” ha evolucionado de diferente manera. Y es que con la llegada del impresionismo, el expresionismo, el cubismo o el arte conceptual, el realismo ha perdido parte de su significado inicial para concentrarse en recuperar la pintura figurativa.
- En la actualidad, el realismo épico, el realismo mágico y el hiperrealismo son, posiblemente las grandes vertientes dentro del movimiento artístico.
Pintores realistas profesionales en el siglo XXI a los que seguir la pista
Guennadi Ulibin: El hiperrealismo se ha convertido en una escuela en sí misma en la que sus artistas son verdaderos “magos” del pincel, haciendo imperceptible al ojo humano que sus cuadros hayan sido pintados por una persona y no tomados como una fotografía. Destaca en este grupo el artista Guennadi con obras como “Misia”.
Francesc Ricart i Pidelaserra: También podemos encontrar obras de arte que continúan siendo fieles a la característica social de la pintura realista del siglo XIX. Sucede con el artista Pidelaserra que tiene como una de sus obras más reconocidas “El Forjador”.
Mar Artés: Pintura a galope entre realismo figurativo e hiperrealismo, Mar Artés nos proporciona obras tan interesantes como Where”.
Por fín la pintura figurativa se vuelve a reconsiderar. Todos los pintores deberían demostrar con alguna obra figurativa como prueba de calidad artística para autodenominarse «Pintores» Hecho esto ya podrían interpretar sus sensaciones o plasmar sus pensamientos como deseen. Si no pasaran la prueba estarían en otra categoría de artistas.
He visto pintar a niños y monos con las manos y hasta caballos con la boca o elefantes con la trompa y las pinturas no distan mucho de otras obras aclamadas por ignorantes y codiciosos.
Hay que educar al público también en que los garabatos no son arte y que una pintura no tiene que hacer juego con las cortinas o el sofá.
Estoy totalmente de acuerdo con su opinión.
Estoy muy de acuerdo con el comentario, un saludo
El tema es lo de menos hay pintores muy técnicos que no son artisitica y el hiper es menos concretos que una foto demiles de bits una obra o tiene humanidad o es eso una pintura más. Arte es humanidad y el tema lo mismo da.