A pesar de la fuerza y expresividad que destila la obra de Claudia Barbu, no es sencillo encontrar una línea maestra en su producción. Es el riesgo del eclecticismo, de combinar recursos formales de diferente procedencia con temas variados, a menudo chocantes. Un observador ortodoxo frunciría el ceño ante la falta de anclajes y diáfanas referencias artísticas. Pero, ¿a quién le interesa la ortodoxia en una era como la que vivimos, marcada por internet, la ansiedad y la mixtura radical? A mí, desde luego, no.
El cuerpo desnudo y el rostro expresivo es uno de los temas a los que acude la artista rumana. A nivel formal pivota entre el expresionismo más brutal de Urbano y el erotismo de Morena. Otros de sus desnudos, en cambio, ocultan el rostro infectando al observador con un toque de macabra ironía. Pero Barbu también acumula en su producción paisajes paradisíacos de luces apagadas y vientos racheados, medusas sangrientas e inofensivas flores.
Los gritos del silencio
En 2013, la artista rumana expuso en el Centro de Incubación Empresarial Milla Digital (CIEM) de Zaragoza, ciudad en la que reside. Barbu eligió el título «Los gritos del silencio» para esta muestra. Uno de los cuadros más impactantes de aquella exposición lo podemos encontrar presente en Artelista. Se trata de Paz en el que un niño de apariencia angelical y reminiscencias del celebérrimo Bansky porta una nada angelical granada. En el fondo de rugosidad sangrienta un pueblo lucha por no desvanecerse. ¿«Peace not War»? Tal vez para otro siglo…
Ya en aquella exposición de 2013, Claudia Barbu mostraba su interés por los «caras con rasgos distintos, interesantes y con personalidad». Como vemos en la pareja de cuadros Tiempo y Time, la artista rumana usa los rostros en primerísimo plano para desfigurar su físico con pinceladas cargadas de materia.
Los ángeles X
«X Angels» fue una nueva exposición en Zaragoza en 2014 marcada por su característico eclecticismo. En ella encontramos obras que transmiten serena melancolía como Washed Memories y que poco tienen que ver con el grueso de producción. También hay espacio para cuadros eminentemente decorativos como Walking in Flowers o para las sangrientas Medusas.
Pero lo que más llamó la atención en X Angels fueron obras como Highlife o Higher en los que la artista rumana explota su tendencia a la sensualidad a través de las líneas ondulantes y los colores cálidos, siempre con una gran presencia del rojo. Mientras que en Higher, la figura femenina en éxtasis está poseída por un ritmo interno, en Highlife los colores y las líneas se liberan del cuerpo creando un ritmo sensual que domina toda la superficie del lienzo.
El asesino, el ciego y el desfigurado
«Creo que tengo un estilo urbano» señalaba la pintora (y diseñadora, y un montón de cosas más) en relación a la exposición en el CIEM de Zaragoza. En este 2016, Claudia Barbu da un paso más en su trayectoria sin abandonar su característico eclecticismo. Tal vez «urbano» sea una manera de definirlo, como en el cuadro homónimo. Un rostro de mirada extática parece pedir un tregua mientras se erige entre una maraña de bloques.
Si en Urbano la artista afincada en Zaragoza parece experimentar con el cubismo, en la interesante Wild Sea Barbu actualiza la etapa azul de Picasso, dejando de lado su habitual expresionismo y dejándose influir por el realismo fotográfico. Un cuadro muy atractivo que encuentra su reverso en el más tenebroso Bikini.
Pero Claudia Barbu parece haberse detenido este 2016 en un tema concreto: en The Professional, Cirugía y Blind los rostros están tapados. El profesional (del crimen, se entiende) porta una pistola y un pasamontañas y tiene los ojos cerrados. Lo mismo le sucede al rostro de Cirugía que espera pacientemente el momento de liberarse de su máscara. Mientras, en Blind, la artista tapa directamente los ojos de la figura de la que solo adivinamos unos sensuales labios rojos.
En estas últimas obras trata de concretar una idea metafórica, pero el observador disfruta, sobre todo, de la habilidad para el dibujo de la pintora rumana que, con ecos de Egon Schiele, plasma en la mayor parte de su obra siempre con el cuerpo humano desnudo o semidesnudo como protagonista.
«An intellectual says a simple thing in a hard way. An artist says a hard thing in a simple way» Claudia Barbu hace suya esta frase de Bukowski y se mantiene alerta para encontrar el camino más simple que transmita la complejidad de su universo formal y temático. Mientras tanto, nosotros disfrutamos de obras tan potentes a nivel formal como la reciente Bussinesman.
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