Un rostro, una mirada. ¿Por qué nos miramos a los ojos? La mirada es una puerta que se abre hacia el alma, es el indicio de lo que hay más allá, de lo oculto. Las palabras, a menudo, se dirigen hacia un lugar, y los ojos a otro. Porque las palabras se prestan al engaño, pero a las miradas no les gusta la farsa. En la pintura de Bet Calderer las miradas dicen «sí», dicen «no»; revelan muerte y vida; hablan sobre la poesía y la verdad.
El rostro de los ángeles
En Dos ángeles, la mirada está ciega y las alas rojas, el lienzo llora. Al fondo, una galería medieval y un cielo apocalíptico que anuncia malos augurios. El mundo ha cerrado los ojos pero su sueño se ha convertido en pesadilla.
En Ángel II, la mirada llena el cuadro. Es una mirada fija, fría pero intensa, que aturde y excita y que casi obliga al espectador a bajar los párpados y admitir el pecado. ¿Es el ángel exterminador?
La angelología de Bet Calderer continúa con Ángel III. El espectador puede descansar porque la mirada del ángel se dirige hacia otro lado. Es un rostro andrógino, clásico, que se muestra melancólico, tal vez cansado de interceder por los hombres. Y las figuras de Ángel IV miran hacia el cielo y lloran sangre. Temen la cólera divina. Y sufren por nosotros.
En su colección de ángeles, Bet Calderer exhibe su talento pictórico y sus inclinaciones temáticas. En los rostros, la pintora catalana saca a relucir su destreza para el dibujo. En cuanto al color, apuesta por la economía y el contraste, con un tono dominante que apoya el efecto del cuadro: azul melancólico, rojo violento, etc. En los fondos, por su parte, Calderer explota su vena mística y abstracta.
El rostro de la danza
Diseñadora y escenógrafa teatral, Bet Calderer nos regala una serie que homenajea a grandes nombres de la danza contemporánea además de algunos personajes de ficción. Usando carboncillo y acrílicos sobre papel acuarela, la serie Retratos de la danza es un juego de miradas sobre el genio artístico.
Sergei Polunin, el principal más joven que logró tal estatus en el Royal Ballet de Londres nos mira displicente y coqueto, mientras una mano retoca su ojo antes de salir al escenario. Por su parte, Jorge Donn, de la compañía de ballet Maurice Béjart, sueña mirando al cielo. Y Plitsetskaya mira de soslayo, con el deber cumplido. Y la Carmen, que es pasión roja, animal herido y astucia mundana.
Rostros anónimos y abstracciones
La colección de Bet Calderer se completa con sus coloristas rostros anónimos, acrílicos de mayor tamaño que su serie sobre la danza en los que combina azules y fucsias. Labios carnosos y miradas agresivas en cuadros de sabor pop y cosmopolita.
Pero como decíamos más arriba, la pintora catalana también muestra interés por las abstracciones como pudimos ver en algunos de sus cuadros figurativos, caso de Dos Ángeles. La poesía que se filtra en algunos de sus retratos se explora con más profundidad en su serie Cosmologías o en cuadros como F/A. Las texturas y el sabor son los protagonistas en estos lienzos de esta amante de Tarkovski que nos tiene en ascuas con ese proyecto «secreto y totalmente inconfesable».
Te invitamos a visitar el taller de Bet Calderer.
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