La escuela hiperrealista aparece en la década de los 60’s con una meta encubierta que no es otra que la de competir con la fotografía. Después de que apareciera a mediados del siglo XIX, la pintura realista fue pasando a un segundo plano. Al fin y al cabo, ¿Qué hay más realista que un instante atrapado exactamente como sucedió? El hiperrealismo fue encabezado por artistas de la talla de Antonio López que diseñaron un nuevo arte de pintar que consistía en la proyección de la fotografía sobre el lienzo sin necesidad de «calcar» una imagen. Todos ellos se encontraron con una característica común; los hiperrealistas soñaban con conseguir que el ojo no supiera distinguir entre una fotografía y uno de sus cuadros, sin que por ello dejaran de ser eso; cuadros. Por supuesto, como sabrás, ¡Lo consiguieron! El fotorrealismo aparecería en las primeras exposiciones ya que sus diferencias (que enunciamos más adelante) no quedarían bien trazadas hasta tiempo después. Te hablaremos también de los motivos por los que algunos artistas como Richard Estes aparecerían como hiperrealistas siendo fotorrealistas.
Diferencias entre hiperrealismo y fotorrealismo
El hiperrealismo supone una obra artística más tradicional en el sentido de que no está tan influido por la necesidad de atrapar exactamente lo que la cámara fotográfica ha atrapado en las diapositivas. Antonio López es un ejemplo de hiperrealismo.
El fotorrealismo hiperrealista está influido por artistas como Chuck Close, Nancy Graves, Alissa Monks o Richard Estes. Como puedes ver sobre estas líneas, se nota enormemente la diferencia entre fotorrealismo e hiperrealismo ya que el primero se parece mucho más a una fotografía.
Antonio López y los primeros hiperrealistas y fotorrealistas
En los años sesenta, tuvo lugar en Nueva York la exposición que daría la bienvenida oficial a los hiperrealistas. Se trataba de La imagen fotográfica que coexistiría con «su hermana pequeña» 22 Realistas. En ambas participaban algunos de los artistas hiperrealistas más relevantes en el arte de crear en un lienzo un cuadro realista, hasta el punto de que fuera casi imposible identificar si es o no una fotografía.
Puede que Close sea para muchos pintores hiperrealistas actuales, la inspiración que llevó a esta escuela a aparecer. De hecho, su estilo era tan personal que era obvio que destacaría. Chuck Close (1940) se acerca hacia el cartelístico, hacia lo cinematográfico. Su técnica de instantáneas en no distancia supuso un antes y un después para otros creadores hiperrealistas y la elaboración de los cuadros pasaba por tantas fases que no podemos dejar de mencionar el procedimiento; se debía extender en finas capas de pintura sobre el lienzo. Normalmente se realizaba con pistola y pincel. Después, con una cuchilla, se raspaba la superficie para evitar que quedara relieves.
El estilo de Antonio López es completamente auténtico. Él agregaría particularidades al desarollo de su arte. Entre estas peculariades se encuentra la temática urbana y su atracción por los lugares públicos desiertos. Por cierto, López sentaría una de las bases para diferenciar el hiperrealismo del fotorrealismo; si se puede diferenciar del fotorrealismo por su autenticidad pictórica es hiperrealismo .Hay que añadir que Antonio López creaba sus cuadros mediante varias diapositivas del mismo objeto así como mediante la observación «in situ».
Sin duda uno de los casos más curiosos de hiperrealismo es el del arte de Jean Olivier Hucleux (nacido en 1929) con su macabra temática; los cementerios. También cementerios de coches, no obstante. Una de las características que acercaban a Hucleux a sus compañaeros hiperrealistas era el gusto por la repetición. En todos los artistas hiperrealistas se denota un afán por la repetición, seguramente, influido por la aparición del cine que no eran otra cosa que una serie de fotogramas o diapositivas.
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Nancy Graves y las mujeres hiperrealistas
Si hay una figura femenina que destaca en la pintura hiperrealista esa es la de Nancy Graves. Nacida en el año 1939 en Massachusets sería la primera mujer que tendría una retrospectiva en solitario en el Museo Whitney debido a su desempeño profesional. Aunque su vasta producción incluye escultura y pintura, los cuadros hiperrealistas que compuso se destacan por la perspectiva humana y misteriosa de un instante atrapado durante horas de trabajo. Como sucede en toda la corriente de hiperrrealistas, consiguió hacer una reproducción de la realidad, prácticamente fotográfica y su fama perdura hasta nuestros días gracias a su fundación artística y social.
Alissa Monks es otro de nuestros ejemplos de artista hiperrealista con temática humana. Su atracción por los retratos en situaciones como la que se describe en la imagen sobre estas líneas, nos aporta una interesante información acerca de una de las razones por las que el hiperrealismo tuvo tanto calado entre los años 70 y 80 y perdura hasta nuestros tiempos. A diferencia del fotorrealismo, el hiperrealismo parece mantenerse a lo largo de las décadas debido, en gran medida, a que no deja de ser una técnica menos centrada en parecerse a la fotografía. Alissa es un claro ejemplo de artista del siglo XXI que consigue implantar en cada uno de sus cuadros la semilla del hiperrealismo. Sus obras están creadas con la originalidad del primer hiperrealista y con la frescura de la fotografía de este nuevo milenio.
Día de lluvia en Alcalá de Jesús Monge Cebolla forma parte de nuestra colección Urbanos Hiperrealistas.
¿Dónde termina el hiperrealismo y empieza el fotorrelismo?
MUY BUENA LA EXPLICACION