Al artista Ernest Descals (Manresa, 1956) no le son extraños los premios. Ha merecido más de setecientos por su pintura, acuarela y dibujo. Pero seguro que ninguno como el que acaba de recibir: el primer premio en el Concurso Internacional Cecilia Giménez, que le va a permitir exponer en el Santuario de Borja su versión del Ecce Homo, pintado en el siglo XIX por Elías García y que, restaurado por Giménez, dio la vuelta al mundo.

El tema religioso no es tampoco ajeno a Descals, aunque su pintura versa más habitualmente sobre el entorno natural, la vida que transcurre en los centros urbanos y en las calles principales de los pueblos, antes mucho más apacible que ahora, cuando comienzan a menguar los tenderetes en los antaño exuberantes mercados y las prisas modernas transforman el panorama. 

Descals registra estos cambios en su obra, donde en los últimos tiempos la figura humana ha ido adquiriendo un mayor protagonismo, conforme a la aspiración del creador de reproducir el torbellino de la actividad humana dentro del paisaje, que pasa a un segundo lugar. Queriendo trasmitir el movimiento de las figuras, que se alargan y difuminan sus rasgos en empastes de color, su vitalista pintura se ha vuelto, si cabe, expresionista y su paleta, más fría y metálica. 

El artista tiene una sensibilidad especial que le permite constatar los cambios que se acontecen, sean estos físicos o incluso de mentalidad: si las ciudades se uniformizan, es en la sociedad donde hay que fijarse. 

Descals ha cantado al campo catalán, a sus masías envueltas de naturaleza y a su horizonte montañoso -como Cézanne hiciera con la montaña Sainte Victorie-, a las plazas públicas y a las iglesias de los pueblos, a las sólidas piedras depositarias del tiempo que el artista quiere recuperar capturando no solo la atmósfera ambiental, esa que en sus obras casi se puede tocar, sino también otra más etérea: la histórica. Hay un poco de ambas en sus delicadas y vaporosas escenas urbanas o en sus vívidas y mediterráneas composiciones, entre ellas vibrantes marinas, esencia del momento  que hoy es pero que quizá no sea ya mañana.

 

Ver las obras de Ernest Descals Pujol