El auge de la escultura monumental pública

Desde hace unos años la escultura monumental pública está tomando cada vez más importancia. Artistas originales y polémicos como Robert Indiana, Fernando Botero, Murakami, Jaume Plensa, Koons o Bourgeois se han convertido en ejemplos del auge y la calidad de la escultura pública actual. Esculturas que ocupan durante un tiempo limitado o de manera habitual calles y plazas de las grandes ciudades. Desde hace unos años las grandes ciudades intentan llevar a sus calles exposiciones de piezas de artistas reconocidos de escultura monumental.

Ya en el año 1994 causó gran interés en Madrid la exposición de las esculturas de Fernando Botero. Fernando Botero es considerado el artista latinoamericano vivo más cotizado del mundo e itinera entre sus afamados estudios de esculturas de Pietra Santa, Italia y los de pintura en París, Nueva York y dedica tiempo también al dibujo algunos días del año en Zihuatanejo, México y Rionegro, en Colombia. Sus obras se han podido ver en museos de México, Sao Paulo en Brasíl, Pietra Santa y Asís en Italia, Santiago de Chile, Bogotá y Medellín en Colombia, Bilbao en España, Bielefeld en Alemania y como hemos explicado ya en las ciudades chinas de Beijing en el National Museum of China y en Shangai en el China Art Museum. Entre sus esculturas más conocidas Man Walking, una figura de 11 pies de alto que camina sobre otro hombre acostado, Reclining Woman, una mujer de dimensiones rubenescas y en posición de «maja desnuda» o la conocida El caballo del 2005.

De las 21 piezas que formaron parte de la exposición Botero en Madrid se quedaron cinco esculturas. La Mujer con Espejo, que se quedó en la plaza de Colón de Madrid, fue regalada por el escultor colombiano a la ciudad tal y como lo prometió al ver la gran acogida que tuvo durante los tres meses en que se prolongó la exposición. La Mano fue comprada por Telefónica y la cedió durante 10 años a la ciudad para exhibirla donde actualmente permanece, en el Paseo de la Castellana a la altura de Nuevos Ministerios. Las tres restantes Rapto de Europa, Caballo y Mujer Recostada fueron adquiridas por la sociedad Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y están en los aeropuertos Barajas de Madrid y en el Son Sant Joan de Palma de Mallorca.

Este año ha causado expectación la última exposición en el gigantesco Museo de Arte de China de Shanghái, uno de los símbolos más modernos de la ciudad, una versión ampliada de su muestra ‘Botero en China’, que, tras triunfar en Pekín, repite ahora con nuevas esculturas.

En el año 2007 causó entusiasmo también en Madrid la exposición de artista pop Robert Clark conocido como Robert Indiana donde se pudieron disfrutar obras como Love, Amor, Art, Imperial love, Love wall y los ten numbers ONE through ZERO. Los madrileños pudieron disfrutar en sus calles de su obra compuesta por palabras cortas como love, amor y art y números convertidos en espectaculares instalaciones. Símbolos y palabras pintados con los colores vivos propios del pop art que intentan representar la cultura y la vida estadounidense de forma irónica. Sus obras se han exhibido en lugares como la sexta avenida de Nueva York, la Biblioteca E. W. Fairchild-Martindale, campus Asa Packer en la Lehigh University, el LOVE Park en Filadelfia, la plaza del Sagrado Corazón en Bilbao, Taipei 101, Distrito Shinjuku en Tokio, Hotel XIXe Siecle Montreal o el Museo de Israel con la palabra ahava, (amor en hebreo).

También destaca el escultor barcelonés Jaume Plensa que desde que en 1980 hizo su primera exposición en Barcelona, y desde entonces ​​ha vivido y trabajado además de en Barcelona, en Berlín, Bruselas, Inglaterra, Francia y Estados Unidos. El artista comenzó a destacar cuando en 2011 se realizó una gran selección de esculturas de Plensa, instalada tanto en el interior como en los jardines, en el Yorkshire Sculpture Park en West Bretton, Inglaterra. Una parte muy importante de su obra es la escultura en el espacio público en ciudades de España, Francia, Japón, Inglaterra, Corea, Alemania, Canadá o EE.UU. Sus piezas han ganado muchos premios y menciones, entre ellos el Premio Mash a la excelencia en la escultura pública, que el artista recibió en Londres en 2009 por su trabajo ideal.

La fuente de la corona, que se dio a conocer en el Millennium Park de Chicago en 2004, es uno de los mayores proyectos de Plensa y, sin duda, uno de los más brillantes. El trabajo dio lugar a muchas comisiones, añadiendo a la lista de obras de Jaume Plensa en los espacios públicos, hasta los más recientes, Roots (2014), instaladas en el distrito Toranomon en Tokio.

Jaume Plensa ha recibido numerosas distinciones nacionales e internacionales, incluyendo los Medaille de Caballero de las Artes y las Letras, otorgado por el Ministerio de Cultura de Francia, en 1993, y el Gobierno del Premio Nacional de Bellas Arte de Cataluña en 1997. En 2005, fue investido doctor Honoris Causa por la Escuela del Instituto de Arte de Chicago. En España, recibió el Premio Nacional de Bellas Artes en 2012 y el prestigioso Premio Velázquez de las Artes en 2013.

Plensa muestra regularmente su trabajo en galerías y museos de Europa, Estados Unidos y Asia. Exposiciones como la organizada en la Fundación Joan Miró de Barcelona en 1996, viajó a la Galería Nacional del Juego de Palma en París y el Konsthall de Malmö (Suecia) el año siguiente.

También en nuestro país causó gran sorpresa la exposición Jeff Koons Retrospectiva que en 2015 se pudo disfrutar en el Museo Guggenheim Bilbao. Una exposición organizada por el Whitney Museum of American Art, Nueva York, en colaboración con el Centre Pompidou y el Museo Guggenheim Bilbao. Jeff Koons alcanzó la fama a mediados de la década de los 80, siendo miembro de una generación de artistas que exploraban el sentido del arte en una era saturada por los medios de comunicación.

Sus elementos escultóricos incluyen aspiradores en cajas de plexiglás, balones de baloncesto flotando en peceras de cristal, figurillas de porcelana de Michael Jackson y la Pantera Rosa, y vidrieras con imágenes de sí mismo haciendo el amor con la que entonces era su esposa, Ilona Staller, conocida como la extravagante Cicciolina.

 

En cuanto a la escultura monumental destaca Puppy, con la que empleó un sofisticado modelo de ordenador para crear una obra que hace referencia a un jardín clásico europeo del siglo XVIII. El West Highland terrier gigante completamente cubierto de plantas en flor es un monumento al sentimentalismo. Con su imponente tamaño Puppy, majestuoso y robusto al tiempo que hizo guardia a las puertas del Museo y causó admiración entre los visitantes de la exposición.

Otra de sus obras más conocidas es Balloon dog que representa a un perro de globo inflado en color naranja de 12 pies de altura y está realizada en acero. 43.400.000 € es la cantidad que alcanzó esta pieza en una subasta de Christie’s y rompió el récord mundial de la obra de arte más cara vendida de un artista en vida.

Otra artista destacada de la escultura monumental Louise Bourgeois cuya obra se expuso también en 2001-2002 en Museo Guggenheim Bilbao y que creó una obra rica e innovadora que se entrecruzó con algunos de los principales movimientos vanguardistas del siglo XX, como el Surrealismo, el Expresionismo Abstracto y el Posminimalismo, sin renunciar a su propia visión creativa. Aunque la obra de Bourgeois abarca la pintura, el dibujo, el grabado y la performance, la artista es más conocida por sus esculturas, ya sean íntimas o monumentales, en las que empleó diversos materiales, como la madera, el bronce, el látex, el mármol y el tejido.

Una de las esculturas más ambiciosas de Bourgeois es Mamá (Maman), de casi 9 metros de altura y pertenece a una serie inspirada en la araña, motivo que apareció por primera vez en varios dibujos realizados por la artista en la década de 1940 y ocupó un lugar central en su obra durante la década de 1990. Las arañas, que Bourgeois presenta como un homenaje a su madre, que era tejedora, ponen de manifiesto la duplicidad de la naturaleza de la maternidad: la madre es protectora y depredadora al mismo tiempo. Una araña gigantesca, que se sostiene sobre unas patas que semejan arcos góticos y que funcionan al mismo tiempo como jaula y como guarida protectora de una bolsa llena de huevos que se encuentran peligrosamente adheridos a su abdomen.

Otro que destaca por la originalidad de sus esculturas es Takashi Murakami, uno de los artistas japoneses de mayor proyección en el panorama artístico internacional. Un artista juega con las contraposiciones y las dobles lecturas: Oriente y Occidente, pasado y presente, arte elevado y baja cultura, humor y denuncia social. En noviembre de 2003, ArtNews reportó el trabajo de Murakami como uno de los más deseados del mundo. Hiropon, una escultura satírica de tamaño natural de un carácter anime con pechos gigantescos lactando, fue vendido por 427,500 dólares en la casa de subasta Christie’s en mayo de 2002. Su trabajo ha seguido revalorizándose y en mayo de 2008, My Lonesome Cowboy (1998), una escultura inspirada en anime, de un muchacho que se masturba, fue vendida en 13.5 millones de dólares en Sotheby’s. En septiembre de 2010, Murakami se hizo el tercer artista contemporáneo, y el primer japonés, en exponer sus trabajos en el Palacio de Versalles en Francia, llenando 15 espacios y el parque con sus esculturas, pinturas, una alfombra decorativa y lámparas.

En 2009 también en el Museo Guggenheim Bilbao pudimos disfrutar de la retrospectiva más amplia dedicada a este artista hasta la fecha. Más de 90 obras de arte en diferentes medios como pintura, escultura, instalación y película recorren la continua evolución del alter ego de Murakami, DOB, sus proyectos figurativos inspirados en el otaku de finales de los años 90 y el repertorio de productos de Kaikai Kiki Co., Ltd. que abarcan toda la carrera de Takashi Murakami.

 

Y aquí os dejamos ahora con un video interesantísimo sobre la obra de Plensa: