Soy Sócrates Rízquez García, nací en Málaga en 1966 y gracias a mi padre cogí los pinceles desde muy pequeño y como consecuencia soy un gran amante y estudioso de la pintura.
Durante los años 80 exploré el surrealismo utilizando variadas técnicas. En 1987 expuse en la Sala de la Oficina de Turismo en La Línea de la Concepción. Ese mismo año descubrí casi totalmente por accidente la pintura con esmaltes sintéticos y desarrollé nuevas técnicas para poder crear obras de arte usando un medio de uso tan industrial.
Durante esos años descubrí y me adentré en la pintura Pop desarrollando obras para cartelería y similares. Adopté casi exclusivamente el esmalte como medio de expresión, y animado por la brillantez en los colores que aporta este tipo de pintura la utilicé en numerosos y diferentes proyectos.
Realicé frecuentes viajes a museos europeos para estudiar la pintura directamente de los cuadros, especialmente de los maestros impresionistas y, más asiduamente, en el Museo D’Orsay en París, cuna de mi inspiración. Estudié de forma autodidacta pero intensiva el Impresionismo, y después de asistir a una exposición de Richard Estes me acerqué al estilo hiperrealista con curiosidad y ganas de aprender de sus artífices más sobresalientes.
Mientras tanto atendí a encargos en muy distintas disciplinas y algún que otro certamen pero sin dejar que estas tareas me distrajeran de mi dedicación principal y casi exclusiva que es el estudio, la experimentación, y posteriormente, la especialización en el uso del esmalte como expresión artística de vanguardia.
Paralelamente a la producción pictórica también he adquirido profundos conocimientos en el terreno del diseño artístico y sobre todo en su vertiente digital donde he cosechado éxitos en la generación de imágenes artísticas 3D y creaciones vectoriales.
Durante 2007 realicé como ejercicio en el uso de esmaltes una serie concreta de paisajes urbanos sobre la ciudad de Tokio. Y ya de una forma mucho más intensiva y especializada desde 2014 vengo elaborando una serie de esmaltes sobre Nueva York fiel al evolucionado estilo producto de mi investigación.
¿Cuándo y porqué empezaste a pintar?
Empecé a pintar de muy pequeño, de hecho no me recuerdo sin un pincel en la mano. Mi padre siempre ha sido un gran aficionado a la pintura y amante del arte. Los conocimientos que adquiría de forma autodidacta me los transmitía directamente a mí, ya que siempre me tuvo como fiel espectador y por tanto, como alumno. Mi dedicación tanto a pintar como al estudio artístico ha sido continuada desde entonces.
¿Cómo crees que deben ayudarse una galería y sus artistas?
Hasta hace poco no he sentido la necesidad de dar mi obra a conocer y por tanto sólo he realizado contadas exposiciones y nunca orientadas a la venta. Cuando he reconocido en mí un estilo y técnica original es cuando me he visto preparado para acudir a una galería, en mi caso Artelista, ya que al no residir en una capital o ciudad dotada de facilidades para exponer, opté por intentar ser visible internacionalmente y que mi obra la pudiese ver el máximo de personas posible. Mi experiencia me dice que un artista no debería dedicar su tiempo más que en su arte y su obra, y confiar el resto a los profesionales. Hay que tener muchas dotes de vendedor y mucho tiempo para que un artista, al menos en sus comienzos, sea capaz de crear y vender al mismo tiempo.
¿Qué consejo darías a aquellos artistas que empiezan a mostrar su obra?
Parto de la base que yo soy uno de esos artistas que empiezo a mostrar mi obra, pero a mis colegas de inquietudes les podría aconsejar que en el apartado técnico construyan un estilo propio, que intenten buscar un sendero que nadie haya explorado antes y que les haga sentirse orgullosos y satisfechos con su trabajo. Que se centren en el desarrollo de su estilo y le den sentido a lo que hacen sobre todo pensando en quienes van a ser espectadores de su obra, ya que el arte lo considero un ejercicio de comunicación. Si no convences o no comunicas al otro lado de tu obra no has hecho nada. Y en el apartado más práctico vuelvo a lo dicho en la cuestión anterior, a confiar en los profesionales e instituciones la proyección de su arte.
¿Cómo vendiste tu primera obra? ¿Hay alguna con la que sientas una mayor conexión?
En 1987 realicé mi primera exposición individual mientras cumplía el servicio militar. El Ministerio de Defensa tuvo a bien adquirir un cuadro de factura surrealista para alguna de sus dependencias. Esa fue mi primera venta.
Casi siempre la última obra es la que siento más cercana, la que más me satisface, será porque tengo más fresco el porqué de cada pincelada, la «logística» del proceso de creación, la ilusión de ver plasmado el cuadro que imaginé. Prince decía que cada canción que escribía era como un hijo suyo, y que como tales le era imposible manifestar su favoritismo entre una u otra. Eso mismo me ocurre, en cada cuadro va algo de mí y evaluarlos o calificarlos no es cosa mía. Pero aun así me lo pasé genial pintando New York #37 de cuyo resultado estoy muy satisfecho porque es un cuadro que transmite sentimientos.
¿Qué es el arte para ti? ¿Qué papel juega en tu vida? ¿Vives del arte?
El arte, tal y como yo lo concibo, es un acto íntimamente humano con el que algunos generosamente ampliamos el espectro de nuestra personalidad que puede ser percibida por el resto. O dicho de otro modo, a través del arte mostramos aspectos de nuestra personalidad que de otra manera no llegarían a ser conocidos.
Hay muchas maneras de mostrarse a través del arte, la mía es de forma muy directa, no esconde nada, no dejo oportunidad a la interpretación ya que considero que puede ser falseada de algún modo o bien no llegar a ser entendida correctamente.
Entiendo perfectamente la comercialidad de las cosas, incluido el arte, pero hasta ahora no me he permitido expandir mi obra comercialmente de forma genérica.
Ni siquiera sé si hasta ahora he «cubierto gastos», imagino que no. Pero sí entra entre mis planes presentes intentar vivir de mi arte, más que nada porque te obliga a mantener una dedicación continua aparte de la satisfacción personal de descubrir que mis cuadros despierten el suficiente interés como para que alguien lo quiera para sí.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Te identificas con algún otro artista?
Para mí la inspiración puede ser cualquier estímulo que te haga crear y que lo hagas de una determinada forma con la que te encuentres satisfecho. Para un artista plástico no tiene por qué ser la obra de otro artista del ramo. La multitud de obras y pintores que admiro se verán reflejadas de alguna manera en mi obra, pero no deja de ser eso, pura admiración. La admiración puede llevar a la imitación y eso en arte es muy peligroso.
La inspiración es algo que te infunde una serie de sentimientos o experiencias que son los que el artista necesitará plasmar de alguna manera. Mi fuente principal de inspiración es la música, y sobre todo la música de ese genio llamado Prince. Pero en el plano pictórico, artistas a los que admiro tan dispares como Velázquez, Richard Estes, Monet, Manet, Van Gogh o Edward Hopper seguro que influencian mi estilo.
Las singularidades propias de pintar con esmaltes provocan en mí un estilo espontáneo, cercano y muy inspirado en el impresionismo de los grandes maestros, pero mis necesidades de expresión artística siguen muy fundamentados en el hiperrealismo y en el arte pop. Todos los factores explicados anteriormente me han hecho diferenciar mi estilo de cualquier otro ya establecido, y así definirlo y darle nombre: “Hiperimpresionismo”.
¿Qué tiene tu proceso creativo que lo haga especial?
Mi proceso creativo empieza justamente en la carpintería, donde tras encargar los cortes que necesito, monto yo mismo los tableros y sus bastidores.
Las peculiaridades de los esmaltes con los que trabajo, como es por ejemplo el rápido secado, condicionan constantemente mis métodos a la hora de pintar. Los difuminados en superficies importantes deben ser muy meditados antes de ponerme a ello ya que sólo dispongo de segundos para proceder, no admite titubeos o imprecisiones, hay que ser tan rápido mezclando que esta hay que hacerla directamente en el tablero mientras se pinta. Así mismo y por los mismos motivos las mezclas de colores se secan enseguida en la paleta, de modo que es obligado estar continuamente mezclando y pintando.
Mi estudio tiene unas dimensiones muy reducidas, lo justo para mí, mi cuadro y mis pinturas. De lo que sí dispongo es de gran cantidad de luz, tan necesaria para mí. Y el segundo pilar en el que me apoyo cuando me pongo a pintar es, como ya he explicado antes, la música. Creo que si tuviera que pintar sin música mis cuadros serían muy diferentes.
¿Has realizado alguna exposición últimamente que puedas contarnos? ¿Tienes algún proyecto en mente?
Desde hace más de tres años estoy trabajando en una serie sobre Nueva York. Son esmaltes sobre tablero, en unas proporciones muy panorámicas, casi exclusivamente de 120 por 48 centímetros en sus dos orientaciones. Es el primer proyecto que acometo de carácter homogéneo y con continuidad. Durante toda mi carrera la producción ha sido errática y ecléctica, nada propicia para preparar exposiciones, además muchos trabajos fueron encargos, o sea, obras inconexas y realizadas con técnicas diferentes, por eso nunca me planteé reunirlas para exponerlas.
Esta última serie sobre Nueva York donde aglutino diversas escenas, momentos del día a día y rincones de la metrópolis. y que ya cuenta con una cuarentena de obras sí que es propicia para ser expuesta.
Y como proyecto futuro puedo contar que me hace muchísima ilusión poder participar en la I Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Málaga (Art Fair Málaga ’17) donde, a pesar de las reducidas dimensiones del stand, planeo poder exponer una selección de mis últimos trabajos. Estaré muy motivado dadas las características de esta feria donde podré mostrar mis cuadros a galerías, artistas, coleccionistas, críticos y personas involucradas en el arte en general.
Podrías recomendarnos:
Un artista: Prince.
Una obra: Las Meninas de Velázquez.
Un libro: La trilogía El Juez de Egipto de Christian Jacq.
Una película: Lost in Translation de Sofia Coppola.
Muchas gracias.
Te invitamos a visitar la galería de Sócrates Rízquez en Artelista.
Que cuadros más maravillosos. Parecen fotografías hasta que los ves de cerca y te das cuenta de la pincelada. Soberbio
Espero que sigas pintando y te visitaré en Málaga, porque merece mucho la pena.