Nací en Buenos Aires (Argentina) en 1969. Me crié en una familia de clase media en la cual mi padre trabajaba en su empresa y mi madre pintaba y se ocupaba de mi crianza y de la de mis hermanos.
¿Cuándo y por qué empezaste a pintar?
Empecé a pintar desde muy chica. Recuerdo que en mis tiempos libres me sentaba a pintar como parte de un juego, un entretenimiento que me gratificaba y entretenía. Pasaba largas horas disfrutando de la pintura y del dibujo. Cuando finalicé los estudios secundarios, dudaba en el momento de realizar mis estudios formales en la Escuela Nacional de Bellas Artes por el hecho de tener un tibio apoyo familiar.
Recuerdo una anécdota graciosa: Antes de comenzar la formación en la Escuela de Bellas Artes, pasé un año cursando la carrera de diseño gráfico por el solo hecho de seguir los consejos de mi padre, el cual me decía que yo no iba a ganar dinero con el arte. Cuando presenté mis trabajos técnicos, recuerdo que un profesor me dijo: “querida, aprobaste la materia pero tus dibujos son más bien artísticos y no responden a esta carrera”. Al día siguiente estaba anotándome en la Escuela Nacional de Bellas Artes siguiendo mis convicciones y mis deseos.
¿Cómo crees que deben ayudarse una galería y sus artistas?
Como una relación complementaria a través de la obra. Creo que las obras de arte no se pueden ofrecer como cualquier producto, sino que el galerista y el artista deberían tener afinidades. El galerista debería ser el primero que se entusiasme más con la obra. El primer objetivo del artista no es la venta de la obra sino su realización. El aspecto comercial lo realiza el galerista en base a esas afinidades estéticas que tiene con la obra. Respeto y confianza son la base de esa relación complementaria.
¿Qué consejo darías a aquellos artistas que empiezan a mostrar su obra?
Ante todo que se respeten a sí mismos, que no se dejen influir por las estéticas imperantes o por las imposiciones de la moda. La obra nace de un estado interior y cualquier mandato externo puede “contaminarla.” Por otro lado, la obra debe ser mostrada puesto que se perfecciona con la mirada de los otros.
¿Cómo vendiste tu primera obra? ¿Hay alguna con la que sientas una mayor conexión?
Vendí mi primera obra a los 20 años. Una amiga vino de visita a mi casa y mostrándole mis trabajos me compró una obra. Ésa fue mi primera venta.
Con respecto a la conexión con las obras, más que una obra en particular, cada una de ellas me resulta un enigma a descifrar. La obra es un estado de tensión activo.
¿Qué es el arte para ti? ¿Qué papel juega en tu vida? ¿Vives del arte?
El arte para mí es una acción cotidiana, como el respirar. La práctica artística se ha convertido en un hecho vital para mí, es un oficio que se aprende a partir de cierto rigor y luego se transforma en una necesidad cotidiana. Aunque uno no pinte todo el día, el proceso creativo continúa en el hacer. Yo diría que vivo para el arte, pero cuando una obra mía se vende, amplía mis perspectivas de creación.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Te identificas con algún otro artista?
En mi caso, no tengo conscientemente una fuente de inspiración. La práctica misma sobre la superficie pictórica es la que determina su génesis y su conclusión. La obra te traspasa, uno la realiza pero con la conciencia de que ella misma se realiza independientemente de nosotros. Los tiempos de una obra son los tiempos de ella misma más allá de nuestras necesidades y de nuestros gestos voluntariosos.
Tengo afinidad con ciertas prácticas del expresionismo abstracto pero descubro que los resultados por esa vía son distintos. Yo no quiero que la obra “cierre” bajo los mandatos de una determinada pintura estética o un título revelador.
¿Qué tiene tu proceso creativo que lo haga especial?
Mi hábito sería mi disposición a resolver el acertijo que la obra me demanda y tener todo el tiempo y paciencia para que esa obra se manifieste.
¿Has realizado alguna exposición últimamente, qué puedes contarnos? ¿Tienes algún proyecto en mente?
Mi proyecto es crear las condiciones menos “traumáticas” o difíciles para realizar mi desarrollo personal y como pintora.
Podrías recomendarnos:
Un artista: Picasso.
Una obra: El sueño, de Picasso.
Un libro: El último encuentro de Sándor Márai.
Una película: Moulin rouge.
Muchas gracias Mayra.
Te invitamos a visitar la galería de Mayra Lifich en Artelista.
Muy interesante la entrevista asi como tu vision de artista evidenciada en la obra .
Segui este camino que hace tiempo venis transitando placentera , laboriosamente
y resulta en definitiva que es tu analisis existencial.
Te deseo ,como siempre, que sea la satisfaccion y el exito el resultado de este
emprendimiento.
Tu obra tu experiencia artìstica y tus enseñanzas, son excelentes. ¡Mucha suerte artista!
Muchisimas gracias elda!!!