Nací en Madrid y siempre he vivido en Madrid, aunque he procurado viajar bastante, tanto por toda España como por buena parte de Europa o incluso Tailandia. Soy licenciado en Historia del Arte (siempre tengo que añadir “no Bellas Artes”) y durante la carrera realicé unos cuantos cursos de Diseño, Diseño Gráfico, Escaparatismo, e incluso de Guía Turístico. Al terminar la carrera trabajé como guía acompañante, pero pronto pasé a trabajar como diseñador gráfico especializado en punto de venta. De esto hace ya casi veinte añitos, y a día de hoy sigo trabajando como diseñador. Estoy casado y tengo dos hijos con una imaginación desbordante.
¿Cuándo y por qué empezaste a pintar?
Siempre he pintado. De pequeño estaba en un equipo de fútbol pero prefería quedarme en el banquillo dibujando a salir a jugar. En el colegio me regañaban porque no paraba de dibujar en todas partes, en los cuadernos, en los libros de texto, en la mesa, en los exámenes. Estuve en varias academias de dibujo, pero nunca duraba mucho. Me aburría con tanto método, prefería experimentar y dejarme llevar.
¿Cómo crees que deben ayudarse una galería y sus artistas?
Deberían apostar más por nombres desconocidos, mirar más la obra que el nombre o el currículum, arriesgar más y escuchar a su instinto. Entiendo que al final, una galería no deja de ser un negocio que hay que sacar adelante como sea, pero creo que las tarifas por exponer suelen ser muy elevadas si no eres un artista “consagrado”. Veo bastante lógico que el/la galerista se lleve una comisión por venta.
Supongo que también falla bastante la difusión de las exposiciones, por lo general todo se queda en comunicárselo a un círculo de allegados, inauguración con vinito y picoteo y poco más. Para atraer más público se podrían hacer eventos paralelos a la exposición, charlas, master classes, encuentros con los artistas, conciertos, recitales, etcl. Algo que haga de la galería un espacio vivo. Hoy en día, con las redes sociales y la prensa digital, dar difusión a estos eventos es muy sencillo y se llega a un público casi infinito.
¿Qué consejo darías a aquellos artistas que empiezan a mostrar su obra?
Exponer, exponer, exponer, donde sea (yo he expuesto en bares, en restaurantes, en peluquerías, andando por la calle, en centros comerciales, en centros culturales, en galerías, en hoteles,…), pero siempre con criterio, buscando clientela potencial, y con una colección bien cuidada y coherente. Ser muy pulcro en la presentación.
¿Cómo vendiste tu primera obra? ¿Hay alguna con la que sientas una mayor conexión?
Mi primera exposición fue en una tienda de enmarcación y regalos de arte, en 1999. Eran unos cuarenta desnudos a tinta y vendí prácticamente todos. El otro día encontré uno de los bocetos y decidí acabarlo…dieciocho años después.
La obra que más me ha “dolido” vender fue Uno entre un millón. Esta obra trata de lo difícil que resulta a veces sonreírle a la vida en un entorno tan gris y apático. Lo vendí en un pop-up store que organizó una amiga en un restaurante japonés. De hecho, poco después realicé una versión digital impresa en papel fotográfico a gran escala que tengo colgada en casa.
La última obra la vendí en Artelista, se titulaba Metrópolis, y viajó hasta Baja California (México).
¿Qué es el arte para ti? ¿Qué papel juega en tu vida? ¿Vives del arte?
Mis cuadros son una forma de que me conozcan de verdad, mis gustos, mis intereses, mi forma de ver la vida. También es mi forma de desconectar, de evadirme, de crear una realidad paralela.
Estudié Historia del Arte para procurarme un buen bagaje cultural y poder aplicarlo en el día a día, en mi trabajo como diseñador o en mis cuadros.
No vivo de mis cuadros (ojalá), aunque por lo menos sí de mi creatividad.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Te identificas con algún otro artista?
Hace poco di una charla a alumnos de primero de primaria, y ante esa misma pregunta les respondí que me inspiraba en todo lo que pase por mis manos, en un paseo por Madrid, en la tele, en los dibujos animados, en el cine, en Internet, en la publicidad, en cualquier cosa que lea,…
Me gusta bucear en los clásicos, especialmente el Barroco italiano, el Neoclasicismo o el Romanticismo, y por supuesto las primeras vanguardias. Es evidente la influencia de Warhol o Lichtenstein, y hace poco descubrí a Yue Minjun.
¿Qué tiene tu proceso creativo que lo haga especial?
Mi proceso creativo se basa esencialmente en relaciones absurdas de ideas aparentemente inconexas, a través de las cuales conformo una realidad alternativa que puede llegar a ser lógica. Un amigo dijo que en mis obras creo un mundo mágico en el que algunas veces quisiéramos vivir.
Suelo “maquetar” un primer boceto en Photoshop a partir de las imágenes que encuentro en Internet. Voy modificando y retocando cada parte hasta que todo encaja y forma el aspecto definitivo. Esta imagen resultante me sirve de base para la obra final.
Soy muy lento pintando (y muy desordenado). Entre el trabajo y mis hijos, me queda poco tiempo para pintar, con lo que aprovecho cualquier momento suelto a mediodía o por la noche. Además suelo trabajar en varias obras a la vez, por lo general un acrílico, otra a boli sobre papel, otra a tinta, y a ratos voy preparando nuevos bocetos. Hay cuadros que me han llevado un par de años mientras que otros los he terminado en poco más de una semana.
¿Has realizado alguna exposición últimamente, qué puedes contarnos? ¿Tienes algún proyecto en mente?
Últimamente no he expuesto mucho, pequeñas colaboraciones en exposiciones colectivas y poco más. Estoy preparando una serie de obras sobre Madrid, pero bajo un punto de vista un tanto particular. Con esta serie quiero realizar una exposición individual. También estoy pensando en realizar un proyecto colectivo a medio-largo plazo, pero todavía es un secreto.
He expuesto en dos ocasiones en la Muestra de Arte Contemporáneo de Arenas de San Pedro (Ávila), y fue una experiencia increíble.
Mi última exposición individual de gran tamaño fue hace ya casi 6 años. Se titulaba REINTROPOPSPECTIVA y tuvo lugar en el Centro Cultural de Montecarmelo (Madrid), una sala espectacular pero a la que desgraciadamente se da poca difusión.
Podrías recomendarnos:
Un artista: Caravaggio, tanto su vida como su obra.
Una obra: La sala de los nenúfares (Nympheas) de Monet, en el museo de la Orangerie, en París. La escala de cada pieza y su disposición te transportan a otro mundo.
Un libro: Arde América, de James Hepburn (1968). Lo encontré en un mercadillo de segunda mano y me enganchó enseguida.
Una película: Cualquiera de los Monty Python. No hace falta explicación.
Muchas gracias.
Te invitamos a visitar la galería de Gonzalo Sáez Díaz-Merry en Artelista.
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