191, 6 millones de euros fue el precio que pagó la familia real de Catar en 2012 por Los jugadores de cartas. El cuadro de Paul Cézanne consiguió batir un récord en el mercado del arte convirtiéndose en el más caro de la historia. Sin embargo, en su época fue un genio ignorado, circunstancia que comparte con otros maestros de la pintura.
El Greco (1541- 1614)
Doménikos Theotokópoulos se convirtió en fuente de inspiración para los vanguardistas. El cubismo y el expresionismo encontraron en sus pinceladas pura genialidad. Muy contraria fue la opinión de Felipe II, a quien no le agradó la versión de El martirio de San Mauricio, que le había encargado para el Monasterio de El Escorial. Mientras vivió tuvo éxito con sus pinturas próximas a Tiziano, pero su estilo tardío fue considerado extravagante e, incluso, ridículo. El reconocimiento por su propuesta visionaria fue en el siglo XX, a raíz del estudio de su obra.
Johannes Vermeer (1632- 1675)
Se ganó la vida más como marchante de arte que como pintor. Trabajó por encargo para mecenas y su obra es reducida: 35 cuadros. A pesar de que disfrutó de cierta fama por su calidad, tras su muerte fue olvidado. En 1866, el periodista Thoré- Bürger le redescubrió y, años más tarde, resurge el interés por su obra coincidiendo con el brote impresionista. Vermeer se había adelantado al movimiento buscando ya en el siglo XVII una pintura al aire libre con un tratamiento innovador de la luz y el color .
Paul Cezánne (1839- 1906)
Henri Matisse afirmó: “Cezánne es el padre de todos nosotros” refiriéndose a los movimientos del siglo XX. Idea que, también, suscribió Pablo Picasso. Este mérito no le fue concedido al pintor francés en su tiempo. Sólo en los últimos años de su vida, el trabajo de Cézanne empezó a ser valorado. Fue a partir de 1907, con la exposición póstuma en París, cuando sus obras se convirtieron en una revelación para sus contemporáneos.
Paul Gauguin (1848- 1903)
El éxito que Gauguin tuvo como agente de bolsa no lo encontró en su pasión, la pintura. Dejó su empleo en 1882 para dedicarse por completo a pintar. Sin embargo, no consiguió el reconocimiento de la crítica en las exposiciones de sus obras. Siendo, después de su muerte, cuando su concepto del arte triunfó y alcanzó el éxito internacional. Murió pobre y decepcionado en las islas Marquesas donde había acudido en su incansable búsqueda de lo primitivo.
Vincent van Gogh (1853- 1890)
El pintor holandés cierra el dramático círculo postimpresionista, cuya visión personal tan distante de los márgenes establecidos le condenó al fracaso inmediato. Van Gogh, al igual que sus compañeros, se convirtió en un genio después de su muerte. Pintó más de 900 cuadros, pero sólo vendió uno en vida, Viñedo rojo (1888), meses antes de morir. Su fama creció rápidamente después de su prematuro fallecimiento. Johanna, esposa de su hermano Theo, promocionó su obra y organizó diversas exposiciones por Europa y Estados Unidos. Fue, entonces, cuando la revolución artística planteada por Van Gogh logró generar impacto.
Incomprendidos por quienes les rodeaban, defendieron su concepción artística, aunque esta les mantuviese alejados del éxito.
Me encantan los IMPRESIONISTAS ( TODOS)..sobre todos RENOIR,GOGAIN,TOULOUSE LAUTREC, ETC.. el que no me convence mucho es EL GRECO¡¡, demasiado tétrico..’
Disculpen pero y el Sr Modigliani??
Tienes razón Paola,al nombrar a Amedeo Modigliani, el gran ausente del comentario, pero ahí están sus obras maravillosas, para que podamos disfrutarlas al natural y a travé de infinitas reproducciones. Jamás nos cansaremos de contemplar las bellísimas y singulares pinturas de «Modi»,para que no olvidemos nunca el amor al Arte, que practicaron y practican tantos artistas «malditos» del pasado y del presente.
Un abrazo de
Salvador
Ahogándonos en un materialismo total, es refrescante encontrar páginas como la suya. Gracias.
pobres artistas que no pudieros cumplir sus sueños en vida…. les doy las gracias por tanto y me saco el sombrero a su honor.