El pintor madrileño Adrián Goma le caracteriza una personal adaptación de la corriente expresionista, algo que se aprecia muy especialmente en su preferencia por el retrato. Un género en el que persigue capturar la esencia de la personalidad del retratado (a menudo él mismo), en una forma que recuerda a Egon Schiele, a quien Goma cuenta entre sus influencias.
Este ascendente se nota en la manera en que escora la postura de sus figuras o deforma las expresiones faciales, lo que le permite lograr un mayor calado psicológico en sus personajes.
La obra de este joven artista es eminentemente autobiográfica. Sus retratos denotan una cercanía con el modelo, a quien individualiza en gestos, miradas y actitudes, como la seriedad de Jesús o la tristeza que busca evidenciar con su propio Autorretrato.
El referente “schielesco” es especialmente visible en David afeitándose, no solo por la mandíbula alzada y los grandes ojos fijos del retratado -propios de la acción del afeitado, por otra parte- sino también en las propiedades formales de la obra: la pincelada rápida, cargada de pigmento, el fondo plano, los colores neutros.
Otra vertiente en la obra de Goma es la que presenta elementos grotescos, rayanos en el humorismo o incluso lo escabroso. Como en un cuento victoriano de terror, aparecen en sus telas y tablas un cuervo negro, la calavera de una vanitas o cadáveres humanos y animales. La paleta se oscurece, resalta la mortal palidez del cuerpo, del hueso del cráneo, el gris azulado del pelaje de un conejo o las escamas de un pez, el rosa de la piel de un cerdo abierto en canal. Viene a la memoria el célebre expresionista ruso Chaïm Soutine, a quien gustaba pintar piezas recién sacadas de la carnicería.
Los paisajes de Goma se tiñen de inquietantes tonalidades rojizas. La casa roja o el árbol de una tabla sin título cristalizan en planos angulosos, con una pincelada igual de ágil pero menos matérica. Son escenas que parecen envueltas en neblina.
El pintor juega con el color, potencia sus cualidades expresivas, para lograr transmitir su mundo interior, que es de lo que se nutre su pintura: “de su temperamento y la multiplicidad de sentimientos que le acompañan cada día”.
Goma indaga en otros campos de la creación como la ilustración, el cómic, la escultura o la animación, a los que su obra es permeable. La experimentación, ligada a su propio ser artístico autodidacta, es clave en la personalidad de este artista que no se queda con el lado plácido de las cosas.
¡¡HORRIBLE!! CADA DIA PEOR-
TOTALMENTE DE ACUERDO. ¿¡HASTA DONDE VAMOS A LLEGAR!?
Animales en una atmósfera sórdida, estresados y deprimidos. El tema es muy actual. Es más que un reflejo de la depresión del hombre, para mi una de las lecturas es: una protesta ante el abuso que se hace con los pobres animales indefensos. Aunque hay mucho del estilo expresionista, al colocar los animales como protagonistas, se vuelve arte actual. El espíritu y los sentimientos de los animales. Me gusta.