Marlis Schulen
(Santiago de Chile)
Combina la pintura con la traducción en su quehacer cotidiano. A mediados de los años 80, cuando alterna su residencia entre Hamburgo y Nueva York, se afianza su vocación por la plástica. Ha viajado reiteradamente a Cuba, donde ha establecido contactos y amistad con pintores cubanos, entre ellos Alfredo Fernández Duany. Desde 2004 ha tenido una intensa actividad en la exposición de sus obras, con muestras personales en Las Brisas de Chicureo (Momentos fugaces), Estación Mapocho (Emprende) y más recientemente en la Liga Chileno-Alemana de Santiago de Chile. Sus cuadros engrosan colecciones privadas no sólo en Chile, sino también en otros muchos países.