Vela Zanetti, José
Milagros (Burgos), 1913 – Burgos, 1999
Pintor español. Se traslada con su familia a León, ciudad en la que descubre su vocación por la pintura a edad muy temprana. Comienza su formación artística bajo la tutela de Bartolomé Cossío quien le recomienda al pintor José Ramón Zaragoza, del que fue aprendiz y discípulo. En 1993 la Diputación de León le concede una beca para estudiar en Italia. Se instala en Florencia, ciudad en la que completa su formación con el descubrimiento de los grandes maestros del Renacimiento , especialmente Mantegna y Piero della Francesca . El estallido de la Guerra Civil le sorprende en la capital toscana, regresa a España y se alista en el bando republicano. Al término de la contienda se instala en Santo Domingo, donde para poder vivir trabaja como pintor de brocha gorda. Es en este país donde comienza su gran labor como muralista. En 1949 es nombrado Director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Puerto Rico. Al año siguiente obtiene una beca de la Fundación Guggenheim de Nueva York, que le será renovada dos años más tarde. En 1951 recibe el encargo de la realización de un gran mural para la sede de las Naciones Unidas de Nueva York. En la segunda mitad de los años cincuenta vive durante un tiempo en México, país en el que entabla una sólida amistad con el muralista Rufino Tamayo y deja importantes ejemplos de este arte. Tras una estancia en Florencia, se instala definitivamente en España en 1959. Compra su casa natal de Milagros (Burgos) en la que permanece desde 1968 hasta su muerte. En nuestro país retoma la pintura de caballete sin abandonar la mural. Su particular mundo pictórico pone de relieve una pasión por la figura humana. Por sus lienzos desfilan todo tipo de personajes, desde los más cercanos: los indígenas con los que convive en el exilio y los campesinos de su tierra, a los personajes históricos y de leyenda como el Cid, sin olvidar los modelos religiosos. Todos ellos realizados con un soberbio dibujo y un fuerte cromatismo que dota a las figuras de gran expresividad, apoyada esta por el carácter monumental que imprime a las figuras, especialmente a sus manos. De su amplia producción destacan: el dominio de la pintura mural y la captación de la sobriedad del espíritu castellano en su pintura. En 1985 ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en 1997 se constituye en León la fundación que lleva su nombre. Entre sus numerosas exposiciones cabe mencionar la gran muestra antológica llevada a cabo en 2001 en el Centro Cultural de la Villa de Madrid.