La representación plástica de los confines geográficos es un desafío que han enfrentado los artistas de todos los tiempos, cambiando con ello nuestro modo de percibir la realidad. Un recorrido transversal por el tema, con obra de Monet, Miró, Magritte, Richter, Chagall, Flavin o Ruscha, entre otros, quienes, al superar sus propios límites, invitan a que hagamos lo propio con los nuestros
Podríamos decir que el horizonte no es más que el límite visual de la superficie terrestre, donde confluyen cielo y tierra. Pero es también un símbolo de lo que no podemos alcanzar, de lo que aún nos queda por saber y por imaginar. Así lo expresa Martina Millà, comisaria de la exposición Ante el horizonte, que reúne a muchos de los artistas más importantes desde el siglo XIX hasta la actualidad.
Se organiza a modo de conversaciones entre todos ellos. Arranca con Joan Miró, su maestro Modest Urgell y su discípulo Perejaume y su interés compartido por el horizonte, para avanzar la idea de que para los creadores transgredir esta frontera es a la vez superar los límites que el soporte impone a la representación.
La siguiente conversación engloba a los autores alemanes, suizos y escandinavos del Romanticismo y el Simbolismo, para quienes el horizonte tiene implicaciones sentimentales: el cuestionamiento de la condición humana, a través de las sensaciones que suscita la visión del paisaje y lo sublime. Son Arnold Böcklin (su obra Abetos, de 1849, es la más antigua de la muestra), August Strindberg, Ferdinand Hodler, Gerhard Richter y Anna-Eva Bergman.
Con los autores de las vanguardias del siglo XX radicados en Francia se aborda cómo la modernidad pictórica abstrae la noción de horizonte: Édouard Vuillard, Raoul Dufy, Alexander Calder y François Morellet, además de Kees van Dongen, Pierre Bonnard, Salvador Dalí y Max Ernst, quienes la examinan en el contexto de las marinas.
El contraste entre la tradición occidental y oriental es uno de los aspectos más interesantes de la exposición. Permite apreciar cómo los artistas europeos se atienen, incluso subliman, las leyes de la perspectiva para después desbaratarla, mientras que los japoneses prescinden totalmente de ella desde el principio. Se ve en las obras de Emil Nolde, Max Beckmann, Hiroshi Sugimoto y Yayoi Kusama.
Otros planteamientos destacados son los de Ettore Spalletti, Yves Klein y Marc Chagall con su tratamiento místico del margen horizontal y la expresión escultórica del horizonte, con Chillida y Ann Veronica Janssens y los minimalistas Dan Flavin y Carl André. Estos inauguran el bloque americano, que conforman las icónicas fotografías de Ansel Adams del desierto infinito, donde todo es posible; la intervención del paisaje californiano, creando un horizonte efímero dentro del horizonte, de Christo y Jeanne-Claude, representantes del Land Art; y los skylines urbanos de Ed Ruscha, que conceptualmente capturan la esencia de la ciudad y configuran su identidad.
La muestra se cierra con una selección de obras de René Magritte, Claude Monet, Alphonse Osbert, Olafur Eliasson y Antoni Llena, que resumen los planteamientos artísticos sobre el tema e invitan a superar las propias limitaciones, como hacen los creadores, alterando la percepción de la realidad. Una realidad sin límites.
Más información: Fundación Joan Miró (Barcelona)
Hasta el 16 de febrero
Aurora Aradra