(París 1703 - 1770)
François Boucher, pintor y grabador francés. Ha sido uno de los mayores exponentes del estilo rococó francés. Famoso por sus pinturas idílicas de temas mitológicos y sus retratos de Madame de Pompadour.
Hijo de Nicolas Boucher, fue seguramente el decorador más famoso del siglo XVIII, con su estilo rococó. Premio de Roma en 1723. En 1727 pasó a Italia, donde experimentó la influencia de Tiépolo. Vuelto a Francia en 1731, trabajó activamente. Ingresó en la Academia de bellas artes en 1734 (de esa época su obra Reinaldo y Armida) y en 1765 fue nombrado director de dicha institución.
Éxitos y prebendas se sucedieron en su carrera artística sin interrupción. Profesor de dibujo de Madame de Pompadour, protegido de M.de Marigny, hermano de ésta, director de la fábrica de Gobelnos y primer pintor del rey. Hasta su muerte fue el pontífice del arte de la época.
Dotado de prodigiosa fecundidad, Boucher multiplicó lienzos, decoraciones, grisallas y cartones de tapices. Pintó escenas mitológicas de delicado encanto, en las que se aprecia el influjo de Veronés, Rubens y Watteau, así como retratos, paisajes, temas religiosos y desnudos.
Decoró la manufactura real de Beauvais, la Opera de París y las salas del primer piso del palacio de Soubise, una de sus obras maestras. Entre sus numerosos cuadros sobresalen: Venus en el tocador, Diana en el baño, El pintor en su taller, en el Louvre los tres, y una serie de “chinoiseries” conservadas en el museo de Besançon. Pero lo mejor de la producción de Boucher pertenece a la colección Wallace (Londres), rica sobre todo en obras decorativas. Dejó asimismo millares de dibujos, conservados en parte en el Louvre.
François Boucher, pintor y grabador francés. Ha sido uno de los mayores exponentes del estilo rococó francés. Famoso por sus pinturas idílicas de temas mitológicos y sus retratos de Madame de Pompadour.
Hijo de Nicolas Boucher, fue seguramente el decorador más famoso del siglo XVIII, con su estilo rococó. Premio de Roma en 1723. En 1727 pasó a Italia, donde experimentó la influencia de Tiépolo. Vuelto a Francia en 1731, trabajó activamente. Ingresó en la Academia de bellas artes en 1734 (de esa época su obra Reinaldo y Armida) y en 1765 fue nombrado director de dicha institución.
Éxitos y prebendas se sucedieron en su carrera artística sin interrupción. Profesor de dibujo de Madame de Pompadour, protegido de M.de Marigny, hermano de ésta, director de la fábrica de Gobelnos y primer pintor del rey. Hasta su muerte fue el pontífice del arte de la época.
Dotado de prodigiosa fecundidad, Boucher multiplicó lienzos, decoraciones, grisallas y cartones de tapices. Pintó escenas mitológicas de delicado encanto, en las que se aprecia el influjo de Veronés, Rubens y Watteau, así como retratos, paisajes, temas religiosos y desnudos.
Decoró la manufactura real de Beauvais, la Opera de París y las salas del primer piso del palacio de Soubise, una de sus obras maestras. Entre sus numerosos cuadros sobresalen: Venus en el tocador, Diana en el baño, El pintor en su taller, en el Louvre los tres, y una serie de “chinoiseries” conservadas en el museo de Besançon. Pero lo mejor de la producción de Boucher pertenece a la colección Wallace (Londres), rica sobre todo en obras decorativas. Dejó asimismo millares de dibujos, conservados en parte en el Louvre.