(Florencia 1472 - Pian di Mugnone, Toscana 1517)
Fra Bartolomeo es un pintor italiano, discípulo de Cosimo Rosselli. Su nombre original era Baccio della Porta.
En 1494 montó su obrador conjuntamente con Mariotto Albertinelli. Influenciado por Fra Girolamo Savonarola, que él mismo retrató, en el año 1500 decidió entrar en el orden Dominicano. Fue entonces cuando le empezaron a llamar Fra Bartolomeo. Durante 4 años dejó de pintar, hasta que en 1504 volvió a dedicarse al arte y puso su obra al servicio absoluto de la religión defendiendo, como Savonarola, una pintura sacra y clara, como una ilustración visual directa de la Biblia para educar aquellos que eran incapaces de leerla.
Más tarde se retiró, como Fra Angélico, al convento de San Marco de Florencia. Su arte adoptó una forma clásica, influida básicamente por el sfumato de Leonardo da Vinci y la armonía de Rafael.
Las figuras de Fra Bartolomeo son casi siempre pequeñas y cubiertas. Pintó la figura de San Marcos, el Evangelista, considerada como su obra maestra, y la figura de San Sebastián. En sus composiciones destaca su habilidad con la luz, la riqueza y delicadeza del color, y el trazo de sus figuras.
Fra Bartolomeo es un pintor italiano, discípulo de Cosimo Rosselli. Su nombre original era Baccio della Porta.
En 1494 montó su obrador conjuntamente con Mariotto Albertinelli. Influenciado por Fra Girolamo Savonarola, que él mismo retrató, en el año 1500 decidió entrar en el orden Dominicano. Fue entonces cuando le empezaron a llamar Fra Bartolomeo. Durante 4 años dejó de pintar, hasta que en 1504 volvió a dedicarse al arte y puso su obra al servicio absoluto de la religión defendiendo, como Savonarola, una pintura sacra y clara, como una ilustración visual directa de la Biblia para educar aquellos que eran incapaces de leerla.
Más tarde se retiró, como Fra Angélico, al convento de San Marco de Florencia. Su arte adoptó una forma clásica, influida básicamente por el sfumato de Leonardo da Vinci y la armonía de Rafael.
Las figuras de Fra Bartolomeo son casi siempre pequeñas y cubiertas. Pintó la figura de San Marcos, el Evangelista, considerada como su obra maestra, y la figura de San Sebastián. En sus composiciones destaca su habilidad con la luz, la riqueza y delicadeza del color, y el trazo de sus figuras.
