Fra Filippo Lippi, conocido como Lippo Lippi, fue un pintor del Quattrocento italiano.
Nacido en Florencia, hijo de un carnicero llamado Tomás Lippi, quedó huérfano de padre y madre cuando sólo tenía dos años. Su tía Lapaccia cuidó de él y procuró ingresar al pobre huérfano en un convento de carmelitas, donde fue admitido cuando tenía ocho años.