(Prato 1458 - Florencia 1505)
Filippino Lippi, pintor del Quattrocento italiano, fue uno de los discípulos de Botticelli.
Hijo del pintor Filippo Lippi y de Lucrecia Tutti, tenía diez años cuando murió su padre, y desde entonces fue educado por Fra Diamante, discípulo y fiel amigo de Lippi y continuador de las obras que el maestro dejó comenzadas.
Trabajó el pobre mozo en Espoleto y Prato, y avezado ya al manejote los pinceles, entró en el obrador de Botticelli, que después de la muerte de Lippi pasaba por el mejor pintor de Florencia.
En 1480, cuando Filippino Lippi tenía 22 años, pintó la Aparición de la Virgen a San Bernardo, que es sin disputa su obra maestra. El éxito fue tan grande y merecido, que Filipino fue elegido para terminar las pinturas de la capilla Brancacci, sin acabar desde la muerte de Masaccio, siguiendo con grandísimo talento el estilo de éste.
Siguiendo la costumbre, establecida en gran parte por su padre, pintó Filipino en sus composiciones un gran número de retratos, entre los que figuran Soderini, Guicciardini, Pulci, Francisco Granaci, Boticelli, Pollainolo y él mismo.
Desgraciadamente, la influencia de Boticelli y la impresión producida en su ánimo por la visión del mundo antiguo, modificaron su gran personalidad, aun cuando dieron lugar a las fastuosidades de la Adoración de los Magos, de una magnificencia sólo comparable a la de los venecianos.
La última obra de Filipino Lippi fue la pintura al fresco de Santa María Novella, y en ella rayó a tan grande altura, que en algunas ocasiones alcanza la fuerza y el carácter que debían atesorar las obras de Leonardo.
Filippino Lippi murió en Florencia en 18 de abril de 1505. Sus hijos, Roberto Lippi y Juan Francisco, fueron también artistas conociéndose el nombre del último por lo que de él refiere Benvenuto Cellini.
Filippino Lippi, pintor del Quattrocento italiano, fue uno de los discípulos de Botticelli.
Hijo del pintor Filippo Lippi y de Lucrecia Tutti, tenía diez años cuando murió su padre, y desde entonces fue educado por Fra Diamante, discípulo y fiel amigo de Lippi y continuador de las obras que el maestro dejó comenzadas.
Trabajó el pobre mozo en Espoleto y Prato, y avezado ya al manejote los pinceles, entró en el obrador de Botticelli, que después de la muerte de Lippi pasaba por el mejor pintor de Florencia.
En 1480, cuando Filippino Lippi tenía 22 años, pintó la Aparición de la Virgen a San Bernardo, que es sin disputa su obra maestra. El éxito fue tan grande y merecido, que Filipino fue elegido para terminar las pinturas de la capilla Brancacci, sin acabar desde la muerte de Masaccio, siguiendo con grandísimo talento el estilo de éste.
Siguiendo la costumbre, establecida en gran parte por su padre, pintó Filipino en sus composiciones un gran número de retratos, entre los que figuran Soderini, Guicciardini, Pulci, Francisco Granaci, Boticelli, Pollainolo y él mismo.
Desgraciadamente, la influencia de Boticelli y la impresión producida en su ánimo por la visión del mundo antiguo, modificaron su gran personalidad, aun cuando dieron lugar a las fastuosidades de la Adoración de los Magos, de una magnificencia sólo comparable a la de los venecianos.
La última obra de Filipino Lippi fue la pintura al fresco de Santa María Novella, y en ella rayó a tan grande altura, que en algunas ocasiones alcanza la fuerza y el carácter que debían atesorar las obras de Leonardo.
Filippino Lippi murió en Florencia en 18 de abril de 1505. Sus hijos, Roberto Lippi y Juan Francisco, fueron también artistas conociéndose el nombre del último por lo que de él refiere Benvenuto Cellini.