Bartolomé Esteban Pérez Murillo fue un gran maestro de la pintura barroca española. Hijo de un cirujano barbero llamado Gaspar Esteban y de María Pérez Murillo, de quién tomó el apellido para firmar su obra. Pese a gozar de una buena situación económica familiar, se queda huérfano de padre con tan solo nueve años, y de madre al año siguiente.