(Paredes de Nava, Castilla 1490 - Toledo 1561)
Alonso González de Berruguete, escultor y pintor castellano, hijo de Pedro Berruguete. Entre el 1508 y 1516, aproximadamente, trabajó en Roma y en Florencia al lado de Miguel Ángel, quien influyó decisivamente en su formación artística. A esta época se le han atribuido un grupo de obras de un manierismo precoz.
Cuando volvió, en 1517, Alonso Berruguete estuvo vinculado, como pintor del rey, a la corte de Carlos V. Para él hizo distintos encargos de pintura y escultura, pero no consiguió consolidar el favor del emperador y, después de 1526, quedó definitivamente apartado del círculo cortesano. A partir de entonces se dedicó, en Valladolid, principalmente a la escultura.
Los primeros grandes retablos de Alonso Berruguete -el del monasterio de la Mejorada de Olmedo (contratado en 1523) y el del monasterio de San Benito de Valladolid, hecho poco tiempo después (ambos actualmente en el museo de esa ciudad)- lo acreditan como el escultor peninsular más eminente de su siglo. Su personalidad artística encaja perfectamente con las coordenadas estéticas del manierismo, dentro de las cuales explaya su temperamento apasionado, su propensión a las soluciones formales efectistas y a los movimientos exasperados.
Su producción se resentía a menudo de unas facturas precipitadas y de la colaboración de los ayudantes del obrador, a veces responsables de la totalidad de la ejecución. Otras obras importantes de Alonso Berruguete son el retablo del Colegio de los Irlandeses, de Salamanca (1529), el de la Epifanía, de la Iglesia de Santiago, de Valladolid (1537), la mitad de los relieves del ensillado alto del coro de la catedral de Toledo (1539) y el grupo de Transfiguración, en alabastro, que corona la silla arquebisbal, el retablo de la Visitación en la iglesia de Santa Úrsula de Toledo y el sepulcro de mármol en la catedral del hospital de Tavera de Toledo.
Alonso González de Berruguete, escultor y pintor castellano, hijo de Pedro Berruguete. Entre el 1508 y 1516, aproximadamente, trabajó en Roma y en Florencia al lado de Miguel Ángel, quien influyó decisivamente en su formación artística. A esta época se le han atribuido un grupo de obras de un manierismo precoz.
Cuando volvió, en 1517, Alonso Berruguete estuvo vinculado, como pintor del rey, a la corte de Carlos V. Para él hizo distintos encargos de pintura y escultura, pero no consiguió consolidar el favor del emperador y, después de 1526, quedó definitivamente apartado del círculo cortesano. A partir de entonces se dedicó, en Valladolid, principalmente a la escultura.
Los primeros grandes retablos de Alonso Berruguete -el del monasterio de la Mejorada de Olmedo (contratado en 1523) y el del monasterio de San Benito de Valladolid, hecho poco tiempo después (ambos actualmente en el museo de esa ciudad)- lo acreditan como el escultor peninsular más eminente de su siglo. Su personalidad artística encaja perfectamente con las coordenadas estéticas del manierismo, dentro de las cuales explaya su temperamento apasionado, su propensión a las soluciones formales efectistas y a los movimientos exasperados.
Su producción se resentía a menudo de unas facturas precipitadas y de la colaboración de los ayudantes del obrador, a veces responsables de la totalidad de la ejecución. Otras obras importantes de Alonso Berruguete son el retablo del Colegio de los Irlandeses, de Salamanca (1529), el de la Epifanía, de la Iglesia de Santiago, de Valladolid (1537), la mitad de los relieves del ensillado alto del coro de la catedral de Toledo (1539) y el grupo de Transfiguración, en alabastro, que corona la silla arquebisbal, el retablo de la Visitación en la iglesia de Santa Úrsula de Toledo y el sepulcro de mármol en la catedral del hospital de Tavera de Toledo.