Ricardo Arredondo nació en la localidad turolense de Cella, el 21 de octubre de 1850. Llegó a Toledo con 12 años de edad y es en esta ciudad, donde recibe su primera formación artística al ser discípulo en el taller de Matías Moreno. Años más tarde pasó a la Escuela Especial de Pintura, dependiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. En 1875, ya es uno de los dibujantes al servicio de la Comisión encargada de la publicación de los "Monumentos de España", cuyas tareas desempeñó hasta 1870.
Al volver a Toledo, el pintor posee un gran conocimiento arqueológico y arquitectónico de los monumentos, que mezclará con una gran sensibilidad a la hora de reflejar en el paisaje naturalista, especialmente las arboledas, y el entorno cigarraleño.
Sus viajes por Francia y España y las nuevas corrientes impresionistas, redefinen el enfoque sobre la ciudad, acercándose a la fotografía y buscando científicamente un mayor protagonismo de la luz en sus cuadros.
las primeras enseñanzas de Matías Moreno (1840-1906) se añaden las de Carlos de Haes (1826-1898) y Pablo Gonzalvo (1828-1896), con quienes intercambios pinceladas del realismo, y cuyo camino fue también recorrido por Casimiro Sainz (1853-1989), Vicente Cutanda (1850-1925) y Mariano Barbasán (1854-1924).
En su última trayectoria, Arredondo reconoció el excelente talento de María Moreno, hija de su primer maestro y compartió la fidelidad por el paisaje toledano y la creación de las atmósferas luminosas con Aureliano de Beruete, en los últimos años de su vida. Falleció en 1911.