“Apoteósico” Carlos II
Mecenas de Giordano durante los 40 años que pasó pintando en España, Carlos II es el “responsable” del fresco Apoteosis de la monarquía española que decora el techo del salón de embajadores del Casón del Buen Retiro en Madrid (España). La tercera de las grandes empresas de decoración mural que Giordano acometería como pintor de corte y un claro ejemplo de arte al servicio del poder establecido. Un programa repleto de alegorías y simbolismos, empleados con la ya conocida intención de entronque de la casa real reinante con unos orígenes antiguos y, a poder ser, divinos.
Una larga espera…
La necesidad de restaurar el Casón del Buen Retiro antes de dotarlo de un nuevo uso es el motivo por el que hoy día podemos disfrutar del fresco de Giordano en todo su esplendor original. Cinco años de trabajo –de 2001 a 2006- han sido necesarios para recuperar este último vestigio de la decoración que el pintor llevó a cabo en el edificio, parte de la cual fue suprimida en el s. XIX durante el transcurso de una modificación arquitectónica.
La mejor herencia
Un conjunto de 75 piezas, entre las que se incluyen dibujos, óleos y acuarelas, entre otros, acompañan a esta “joya de la corona” con una primera intención ilustrativa del trabajo que Giordano realizó en el Casón del Buen Retiro. La presentación del fresco de la bóveda del salón de embajadores se constituye, además, en perfecta excusa para presentar la obra del pintor, de la que El Prado posee un fondo considerable. Una oportunidad única para descubrir a uno de los grandes de la pintura y contemplar de primera mano el que está considerado su mejor trabajo en España.
Para más información: Museo Nacional del Prado
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