Los orfistas pensaron que podrían cambiar el mundo mediante círculos de colores y gestaron su obra al amparo de una corriente que escogió la música, la poesía y la abstracción como piedras basales de su utopía artística. En este contexto se ubica
František Kupka, un autor checo apenas conocido para el gran público que se convertiría, sin embargo, en el
pionero de la abstracción y el cubismo órfico a principios del s.XX. La
Fundación Joan Miró (Barcelona, España) ha logrado reunir, gracias a la
colaboración del Centro Georges Pompidou (París, Francia),
casi ochenta obras en la
primera exposición dedicada a Kupka en España.
La muestra, patrocinada por el BBVA y comisariada por la directora adjunta del Centro Georges Pompidou, Brigitte Leal, cuenta con obras procedentes de los fondos de la institución francesa y de la colección del experto en abstracción Pierre Brullé. Una exposición que vendría a compensar el inmerecido olvido en el que se ha mantenido la figura de Kupka hasta el momento en el país, a pesar de su relevancia en el desarrollo del lenguaje plástico de la modernidad. Para ello, se ha realizado una importante selección de obras que ofrecen una visión de conjunto de la trayectoria del artista, desde sus comienzos academicistas hasta su posterior inmersión en el simbolismo y abstracción.
A pesar de su temprano interés por los "ismos" de inicios del s.XX su obra mantendrá una personalidad propia marcada por una trayectoria individual; una circunstancia que esta retrospectiva presenta en el marco de su aportación a corrientes como el orfismo, sin perder nunca de vista el paso de Kupka por los diferentes grupos artísticos en los que se integró a lo largo de su aprendizaje.
Más información: Fundación Joan Miró