Aunque ahora sus cuadros se venden por decenas de millones, el pintor impresionista
Vincent Van Gogh (1853-1890) sólo consiguió vender una pintura en vida. Se trataba de
“Viñedo rojo”, una obra que la pintora belga Anne Boch le compró en 1890 por 400 francos, poco antes de que el artista muriera.
“Viñedo rojo” fue expuesta en Bruselas en enero de 1890, momento en el que la obra y la estancia de Van Gogh en Arles eran admiradas por numerosos jóvenes pintores. Hasta que la pintora
Anne Boch, la hermana de Eugène Boch, la compró por 400 francos.
El lienzo recoge el momento de la vendimia en un atardecer otoñal que envuelve en tonos rojizos el viñedo. Vincent captaba así una escena de la vida cotidiana de la Provenza. El efecto realista de la imagen resulta difícil de superar, obtenido con una pincelada rápida y vibrante que se distingue claramente en el lienzo. Las siluetas de los vendimiadores han sido resaltadas con una línea más oscura, siguiendo el cloisonismo impuesto por Bernard y Gauguin a una parte de la vanguardia.
Ahora la obra está expuesta en el Museo Pushkin de Moscú. Aunque está fue la única pintura que vendió en vida, consiguió vender también dos dibujos en 1879 a un pastor religioso aficionado al arte, y en 1882 recibió su primer y único encargo: doce dibujos a pluma.